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Galletas de amor (Parte 3)

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Se paró para poder irse y que no pasará nada de lo que podría arrepentirse más adelante Crowley, pero una mano lo detuvo, reconocía muy bien está.

- ¿Ángel? - Dijo confundido Crowley pues pensaba que ya se encontraba dormido. Pero al ver toda la cara sonrojada de Aziraphale noto que estaba conciente.

- Yo... ángel no fue mi intención incomodarte - El demonio quería encontrar las palabras correctas para ese momento, el temor cruzo por los ojos dorados de este.

¿Que era lo que debía hacer? ¿Su ángel ya no quería verlo más?

Al ver que Aziraphale no decía ninguna palabra la ansiedad del demonio crecía, solo podía observar los ojos sorprendidos del ángel decidió hablar nuevamente algo temeroso.

- Es mejor que me vaya ángel

- Crowley - Cuando dijo esto jalo al demonio, este no se esperaba tal reacción para que ambos labios chocarán uno contra el otro.

Aziraphale estaba despierto desde que Crowley lo había recostado sobre la cama, debía decir que se puso bastante nervioso cuando el demonio se acercó demasiado a los labios de este. Pero había un sentimiento de deseo por parte del ángel que eso ocurrierá.

Sus labios se encontraron en un beso cargado de emociones reprimidas por ambas partes. El tiempo pareció detenerse mientras sus labios que se fundían en un abrazo apasionado. La sensación era intensa, un torbellino de mariposas revoloteando en sus estómagos, mientras sus cuerpos se acercaban aún más.

Sin embargo Crowley detuvo aquel beso obligandose a si mismo de detenerse y controlarse. Aziraphale por su parte estaba aturdido por ese beso cargado de pasión y amor reprimidos durante mucho tiempo, pero también estaba confundido a la interrupción tan abrupta del pelirrojo.

- Espera Aziraphale, yo creo que es mejor que me vaya

- ¿Por qué? ¿Hice algo mal? - Comentó el ángel, ¿tal vez había besado demasiado mal para que huyera Crowley?

- ¡No! ¡Claro que no! Pero .... tu viste que hace unos minutos trate de besarte sin tu conocimiento, es porque después de todo soy un demonio entonces .....

Crowley continuo balbuceando distintas palabras dichas de manera desordenada lo cual Aziraphale no podía comprender muy bien.

- Lo que digo es que tal vez arruine todo, está amistad, Aziraphale ¡Soy un demonio después de todo! - Aziraphale entendió la preocupación de Crowley después de todo era verdad que seguía siendo un demonio pero sabía los sentimientos verdaderos de Crowley.

Estos eran verdaderos, lo sabía, sus manos se posaron en el pecho del demonio, este sonaba tan inquieto.

El pelirrojo solo lo miro sin entender, el ángel sabía que Crowley jamás lo dañaría, pero al parecer el mismo demonio no se tenía confianza a si mismo.

- Confío en ti Crowley, realmente quiero que te quedes conmigo esta noche

Crowley ante esa respuesta, se quedó en blanco.

- Realmente soy un caso perdido, cuando se trata de ti, entiendes mejor mis sentimientos que yo mismo - Comentó el demonio para recostarse a un lado de su ángel para sujetarlo en sus brazos acercando más a Aziraphale.

Teniendo más complicidad por los latidos del corazón de Crowley.

- Después de todo ese corazón late por mí, aunque me costó mucho tiempo entenderlo, lamento la
demorá - Confesó con algo de culpa por haberlo hecho sufrir al demonio de no corresponder sus sentimientos.

- No importa cuanto tiempo te costó entender mi corazón, este siempre iba a esperarte ángel - Crowley beso la nuca de Aziraphale nuevamente, quedándose un buen rato en esa posición.

El demonio quería capturar cada detalle, cada latido, cada aroma de su amado.

- ¿Ocurrio algo? - preguntó el ángel algo ansioso al ver que el demonio ya no dijo nada, no recibió respuesta al principio solo una pequeña risa.

- Estoy tan feliz que podría morir, está vez lo dejaré pasar, iré a tu ritmo, después de todo no quiero asustarte

- ¿A mi ritmo?

- Si, así que solo dormiremos ¿A menos que digas lo contrario? - Aziraphale no pudo evitar sonrojarse a las malintencionadas palabras de Crowley. Por su parte el ángel negó para decir fuerte y claro.

- No así está bien - El pelirrojo soltó una risa divertida para que ambos estuvieran abrazados uno del otro.

A medida que las respiraciones de Crowley y Aziraphale se sincronizaban, una sensación de paz y plenitud los envolvía.

En ese momento, no había demonios ni ángeles, solo dos almas que habían encontrado una conexión inquebrantable en medio de un mundo caótico, pero que al final era su hogar ya que fue la oportunidad de que un demonio y un ángel se enamorarán uno del otro de una manera que es difícil explicar y que ellos solo conocen.

Después de todo no fue tan mala idea que el demonio visitará sorpresivamente al ángel.

Fin.

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¡Hola! ¡Final del one shot espero que les haya entretenido al menos un rato y que lo hayan disfrutado el haberlo leído!

Sin más quiero agradecerles a las personitas que se quedaron y continuaron leyendo esta historia que tal vez no es la mejor pero está hecha con mucho amor para ustedes.

En verdad se los agradezco y recuerden cualquier sugerencia siempre es bienvenida.