Muérdago (Parte 1)

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Diciembre el mes dónde se celebra una fecha especial, una dónde los humanos se juntan con sus familias para pasarlas juntos.

Y las tiendas adornan con decoraciones, anunciando la gran celebración.

Noche buena, una fecha que para algunos es bastante especial y que esperan con gran emoción.

A pesar que Aziraphale no tenía familia con quién reunirse, eso no lo desmotivaba para emocionarse, pues le encantaba como la felicidad abundaba en cada rincón de Londres.

Y en esos momentos estaba comprando algunos adornos navideños para su librería y decorarla para darle ese espíritu de festejo.

-Buenas tardes yo vengo a comprar estos adornos ¿Me puede dar esos y esto también? - Dijo amablemente el peliblanco.

-¡Oh por supuesto! Lamento la tardanza pero ya sabe hay muchas personas que están adornando y así - Comentó la chica dueña de la tienda, quien parecía un tanto apurada pero la sonrisa en sus labios no desvanecía.

-No se preocupe.

-¿Oh no se va a llevar un muérdago? - Preguntó curiosa la chica.

-¿Muérdago? - Pregunto Aziraphale un tanto confundido.

-¿No lo sabe? Es un adorno navideño, este mes se ha vendido mucho ..... parece que se volvió popular con la gente.

-Es la primera vez que lo escucho - Confesó el ángel, nunca seguía las modas de los humanos, no porque no quisiera, simplemente no podía seguirles el paso.

-Mire déjeme enseñarle.

La chica fue corriendo hasta la parte trasera de la tienda para sacar una caja de plantas con hojas verdes brillantes y hermosas, incrustadas pequeñas bayas de un color carmesí.

Eran verdaderamente hermosas.

-Mire estos son los muérdagos.

-Es una planta muy hermosa - Confesó Aziraphale.

-Si, pero la verdadera razón por la que se volvió popular es su tradición que envuelve está planta, se dice que si dos personas están bajo este muérdago, se tienen que besar.

-¿Besar?

La chica asintió, para sonreír un poco más.

-Estás personas encontrarán el amor o conservarán la suerte con su pareja y solo momentos felices los acompañará - Aziraphale está impresionado ante las palabras de la chica, convencido compro unos cuantos para irse directamente a su librería.

Ya que el ángel debía de confesar que le agradaba ver a las personas o parejas enamoradas, tenían un ambiente mágico y hermoso que los cubría al rededor.

Es así que emocionado colgó cada adorno e incluso los muerdagos, uno en la entrada y otro en el centro de la librería, la tradición indicaba que el beso debía ocurrir en noche buena, pero por alguna razón los jóvenes que pasaban de vez en cuando cerca de la librería se detenían bajo el muérdago de la puerta para darse un tierno beso lo cual Aziraphale hacia suspirar de felicidad.

Los días en la librería pasaban, mientras se acercaba noche buena, por su parte el ángel debatía dónde ir a cenar o que restaurante para esa festividad.

Un día antes del 24 de diciembre, el peliblanco se encontraba recogiendo su librería.

Y un llamada llegó hasta los oídos del ángel, este inmediatamente contestó.

-¿Ángel?

-Oh querido ¿Qué sucede? - Pregunto el peliblanco.

-Bueno ..... yo .... ¿quería preguntarte si tenías planes mañana? - Dijo con algo de nerviosismo el demonio.

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