El bebé del millonario

Antes de ellos

Ocho meses  y tres semanas antes:

Me despierto y salgo de la cama directo a la cocina, preparo un café para las chicas y los chicos, pongo pan a tostar, me dedico a picar frutas mientras bailo en la cocina. Recibo un mensaje de Maximiliano con una fotografía a la fiesta de fin de año de su familia.

<<Está divina la invitación. Alice se pasó>>

<<Te estoy invitando, fundadora>>

<<Estoy con mis amigos, no puedo>>

<<Qué mal educada. ¿No planeas invitarme?>>

<<Tienes que hacer campaña, el próximo año hay elecciones, guapo>>

<<Quiero estar contigo>>

<<Feliz día, exquisito diputado Waitly>>

Mi primo me quitó el teléfono mientras nos servía el café. Leyó los mensajes y me vio a los ojos antes de regañarme, le di un beso a Samuel y él rió.

—No me conquista tu sexo y está llamándote tu otro amor.

Le quité el teléfono de la mano y fui al exterior de la casa de playa con una tostada y el café, tomé la llamada de Drake mientras me acomodaba en la cama de playa.

—Buenos días, princesa.

—Buenos días, mi amor—le escuché reír.

—¿Qué estás haciendo?

—Solo pienso en ti.

—Zalamero.

—Puedo colarme, sé que es exclusivamente tus primos, tus amigas y tú y nada más van esposos o relaciones largas, pero, nosotros podemos ser esposo si tú lo pides y tenemos una relación larga.

—Seguro... la cosa es que no estamos saliendo oficial, ni exclusivamente, Drake.

—¿A quién invitaste?

—A nadie y si no me pides una relación exclusiva voy a seguir manteniendo puertas abiertas.

—Abre puertas y cierra piernas —Los dos reímos. —Nena, tienes razón y me encanta que explores si es lo que quieres. Lo que creo que debes replantearte es volver con tu exprometido o el pelirrojo maléfico es una putada.

—¿Por qué es mejor salir contigo?

—Porque me amas

en ese momento me atrapo, le amo.

Ese siempre es el problema con Drake, que le amo con locura. No sé qué siento por Max la mayoría del tiempo pienso que es seguridad, protección y hay amor, sin embargo, con Drake el amor es ciego. No me importa si está gritando, si está jugando, si se comporta como un adolescente o si simplemente estamos compartiendo un momento de silencio. Con Drake siento que lo tengo todo, con Max siento que soy una pieza de ajedrez.

—Bueno, voy a irme a la playita en un bikini de esos chiquitos que nos gustan y voy a buscarme un novio —Drake rio. —No... no voy a buscarme un marido.

—Vale, te doy al medio día, si no consigues a ninguno de los dos me llamas que yo quiero ser tu todo.—Sonreí. —Te amo.

—Bye, Drake.

Me quedé mirando al mar e hice una promesa para el inicio del año, terminar con uno de los dos o los dos porque ya no puedo seguir dando círculo. ¿Por qué siempre estoy con los mismos hombres? Si me van a llamar puta, espero que sea porque he estado con dieciocho hombres al mismo tiempo.