Demanda

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Mi abuela decía que el que mucho planea, poco hace.

Voy a devolverme bastante, mi abuela fue una hija antes que nada y sus padres planearon para ella la vida perfecta, en la que se casaba con un hombre adecuado y tenía hijos perfectos, en su lugar, tuvo una hija de un desconocido a los diecisiete años, huyó de casa. Ella también planeó otras cosas para su vida, por ejemplo: Owen iba a dejar a su esposa, que iban a tener una vida juntos, tal vez más hijos, ella se convertiría en profesional, una carrera en la cual pudiese contribuir al negocio de su marido y sus hijas estarían seguras económica y emocionalmente, porque Owen sería incapaz de lastimarles.

En lugar de los planes de sus padres o los propios; ella se convirtió en la amante de un hombre rico, fue mesera, ama de casa, esposa de dos pedazos de mierda y terminó siendo la madre soltera de dos niñas además es una mujer con cáncer de cérvix con metástasis.

La historia de mi abuela es diferente en dependencia de quién la cuente, mi tía Olivia la hace parecer un poco más romántica que mi mamá, la cual sinceramente la detesta y por ese siento que sí dice toda la verdad, no como su hermana.


La cosa con la mamá de mis mamás es que hirió a una familia.

Exactamente a la familia de Octavio y si bien sus hermanos mayores habían sido testigos de la separación y las diferencia entre sus padres Octavio se había quedado con una conversación que escuchó a hurtadillas desde la puerta del despacho de su padre.

Octavio me lo contó y no necesitaba cumplir dieciocho y estar recién follada en un paraíso afrodisiaco para entender que nunca me querría, sin importar que Vanessa no fuese suficiente o que yo no fuese el amor de su vida.

Octavio tendría seis años, siempre había presentado dificultades para dormir, así que salió de su habitación y como un niño grande fue por un vaso de leche, lo calentó en el micro y caminó por la casa, escuchó a sus padres discutir a gritos. —¡¡Es mi hija!!—gritó su padre.

—Owen y yo tu esposa.

—Lo entiendo, pero Olivia necesita una familia y ella no se la puede dar.

—No puedes separarla de la familia que ya tiene Owen y no puedes traerte a las tres o mandar a dos niñas a un internado.

—Lo que hay entre tú y yo es un prenupcial. Eso no es amor—La mujer salió indignada del despacho y chocó con su hijo. El vaso de leche cayó sobre el pie de su hijo. Tuvieron que llevar a curarle la herida en el pie, pero la herida causada por la realidad y por la forma tan cruel en la que se enteró de que todas las fotos en el salón en las cuales todos sonreían no eran ciertas.

Yo hice lo mismo que sus padres.

Le rompí el corazón porque Octavio tenía una cosa segura en la vida, todo podía ir mal, todas podían dejarle, el trabajo podía cambiar y sus hermanos pelearse con él; pero, yo siempre estaría a su lado y cuando eso cambió, me dio con todo lo que tenía y contra lo que más quiero.

Mi casa se convirtió en una sucursal peque a de abogados de familia los mejores. Mi papá se fue a lo grande contrató a todo el que tuviese conocimiento de leyes familiares y lo trajo a casa después de la visita de William y sus abogados, los cuales nos dieron la noticia.

Octavio va a presentar una pelea por custodia, que es básicamente lo que he estado intentando evitar, porque requiere declararme ante el mundo como una mujer promiscua e irresponsable. Claro, aquí en mi cabeza suena bonito llamarme; dulce, romántica, enamorada, incluso calificarme como soñadora, pero no hay forma de justificar lo que realmente soy ante un juez.

Nadie que no esté en mi cabeza va a entender que me acosté con mi mejor amigo porque está pasando por algo que no quiere contarme. Que sigo enamorada de Drake y que acabé en su cama porque los dos queríamos demostrar algo o que quería volver a sentirme como la prometida de Max el hombre con el que conocí al amor y por último decidí tener sexo de despedida con Octavio.

Se le llama promiscuidad.

William nos informó que no solo era el acuerdo de custodia. Octavio ofreció un contrato en el cual como principal condición me alejo por completo de Maximiliano, Drake y Leopoldo; durante todo el embarazo hasta demostrar que el bebé sea de alguno de ellos y en caso de ser Octavio el padre de mis hijos no tengo derecho a relacionarme con los mismos y mucho menos que mis hijos les conozcan o les vean.

—Mily es un acuerdo de confidencialidad básicamente que es alocado, pero mucho mejor que la demanda por custodia. Ya habías elegido no relacionarte con ellos.

—Entonces cuál es el plan de Octavio ser mi dueño.

Fui por el teléfono, el cual me advirtieron que no tocara y le llamé como me pidieron no hacer. —Octavio, me estás declarando la guerra.

—No hay nada entre nosotros.

—Voy por ti hijo de puta—Repliqué.

—Eso quiere decir que no hay nada que quieras cambiar del acuerdo.

—Demándame y ve con la prensa.

La regla número uno de las hijas mentirosas es un diario y los míos están enterrados en el jardín, así que mis papás pensaron que me terminé de volver loca y que algo iba mal conmigo.

—Mily, cariño, necesitas ayuda.

—Sí, tráete otra pala.

—No mi amor, estás embarazada, estás agotada, Octavio no merece quitarte la felicidad —insistió mi mamá mientras el tío Sebas intenta quitarme la pala.

—Él va contra mí, pero yo voy completamente contra él. Sexo con una menor de edad, adulterio, y daños psicológicos.

Mis papás se miraron entre sí.

—Es tu palabra contera la suya.

—Sí, pero cuando esté plasmado en un libro, va a querer que dios lo lleve personalmente al infierno—Respondió y mi mamá fue por dos palas más.

Ellis es el mejor padrino del mundo, se autodenominó padrino después de que todos mis hermanos tuviesen como quince padrinos y yo solo padrinos del amor. Le mandé fotos de mi diario y me preguntó si en uno solo estaban todos mezclados o individuales.


—Son cuatro diferentes.

—Como ocultas cuatro diarios de Olivia.

—Estoy escuchando Ellis.

—Los envolví con carátulas de libros de metafísica—Mi tío Ellis rió.

—Es excelente, incluso la narrativa—dijo Marcela. —el cabrón está en la televisión.

Una periodista de chismes le deteniendo y pregunta sobre la demanda que acaba de interponer.

—Como mi exesposa ya les ha hecho saber, soy uno de los cuatro probables padres del bebé de 

Mily y deseo el bienestar de mi hijo ante todas las cosas. Milena y yo no estamos en buenos términos. La demanda es una medida de protección; le impide salir del país sin notificar, reunirse con personas que puedan por su salud o la del niño en riesgo como por ejemplo Drake el cual le ha agredido en público o enrolarse en temas políticos que mi familia y yo no apoyamos.

—¿Cómo el diputado Maximiliano?

—Correcto.

—Octavio, por qué ahora, después de tantos años.

—Como dije anteriormente mi prioridad en este momento es mi hijo.

El bebé del millonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora