Cofusión

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Estar estable pueden ser muchas cosas. Yo creo que la estabilidad es algo con lo que no fui dotada. Porque por algunos momentos escucho gente y por otros percibo caricias, hasta que me quedo dormida, ese ha sido casi todo mi día. Lo último que entendí fue a Leopoldo no dejándome morir fea. Está maquillándome mientras mis hermanas juegan con la paleta y se ríen mientras se pasan las brochas. Leopoldo se ríe y me va contando lo que hacen.

—Se va a morir.

—¿Quién? —pregunta Leopoldo horrorizado. —A ver las energías jovencitas, aquí solo gente que hora, gente que vibra alto y gente bonita.

—Puedo ponerme un poco de labial rojo.

—¿Planeas que Emilio me golpee hoy Mehr? Já. El color cereza y voy a taparme los ojos—las chicas ríen. —¿Quieren decirle a Mily algo?

—Eres mi hermana favorita —confesó Mehr.—Te voy a dar un beso antes de mi labial y Love es súper tierna, ehh, ya quiero que juguemos a las muñecas y al té y a la cocinita con mamá y contigo.

Mi hermana me está haciendo cariñitos, porque no puedo moverme.

—Mily, si te mueres voy a estar disgustada contigo para siempre. Porque eres nuestra única hermana. Eres la hermana de mis mejores amigas y te amo. No voy a volver a pedirle a papá que no puede ser tu papá solo porque eres vieja. Solamente regáñame ¿sí? Te extraño y Love se parece a una muñequita.

—Sí—respondió Olimpia. —Oye, Mily, cuando te despiertes del "couma", ¿quieres ir a la playa? No estoy segura si los bebés pueden ir, pero sé lo feliz que te hace.

Leopoldo les pidió que se tomaran las manos y tomaran las más, todos rezaron y mis hermanas me dieron besos y abrazos y salieron de la habitación. Leopoldo se quedó al lado de mi cama y dijo:

—Mily, corta la mierda, no puedes jugar así con los sentimientos de estas personas que te amamos. Ahora, Dios, yo sé que Mily es loca inapropiada e irresponsable. Lo que quiero es pedirte que la dejes aquí y me lleves en su lugar, nadie va a llorarme como a ella y yo he cometido pecados más serios. No me merezco ningún favor, pero, Mily sí y esos bebés necesitan una mamá.

Me quedé dormida o algo así. Creo que son los sedantes porque ya no hay dolor, no estoy muerta, estoy viva, sin embargo, algo tengo porque no me siento bien.

¿Qué pasa con mi cuerpo?

Priscila e isa están a mi lado y puedo escucharlas un poco a lo lejos. Isabela suena furiosa y Priscila es la que me está acariciando. Isabela sigue hablando como unas cinco palabras por segundo e intento de nuevo abrir los ojos. No puedo. No me sale, los dedos, tampoco.

¿Por qué?

¿Estoy paralizada?

¿El coágulo está en mi columna? ¿En mi cerebro? ¿En dónde está?

Estos deberían ser los momentos más felices de mi vida, en los que sostengo por primera vez a mi hija, le doy de mamar y conectamos de una forma no equiparable. Además, mi familia debería estar llenándonos de mimos y cariño hacia mí y hacia los niños, nadie debería estar preocupado o triste.

—Isabela, ehh, Isa, sé que estás cansada, triste y preocupada, pero estos podrían ser los últimos cinco minutos que tenemos con Mily.

—¿Por qué no encuentras una causa primero? En lugar de matarla.

—No seas injusta, Olivia y Arturo, nunca estarían de acuerdo en hacerlo si no fuese lo mejor para ella. Mily ha tenido dos paros, no encuentran el coágulo. Si llegó a su cerebro Mily va a necesitar una máquina para hablar y alguien que le limpie el culo. ¿Cómo se tiene sexo cuando eres un vegetal?—preguntó Priscila e Isabela rio hasta tener un ataque de tos. —Mily no voy a masturbarte—las dos rieron esta vez.

—Bueno, yo te puedo conseguir un consolador del grosor del pene de Drake —las dos rieron y Sergio entró en la habitación.

—¿Las dos son tontas? Pensé que había abierto los ojos o algo.

—Cierra la puerta.—dijo Isabela. —cómo tiene sexo un vegetal —mi hermano rio.

—los vegetales son asexuales ninfómanas y mi hermana es la virgen Milena, déjenla en paz. —Me defendió y se acostó encima de mí. —Te amo mucho y no quiero que te vayas, no te puede ir a ningún lado.

Sergio, no siento a los bebés.

No los sentía, pero el llanto de mi hermano estaban llorando desconsoladamente y la atención se volcó hacia él. Isabela y Priscila intentaban consolarle, pero el llanto de Sergio era cada vez más desgarrador, no sé... Todo está muy mal.

Hay un coágulo y Sergio está llorando. Mi familia está despidiéndose de mí. Jana quiere ser mi hermana. Sergio no puede parar de llorar, mi hermano el que siempre tiene sus sentimientos controlados.

¿Dónde están los bebés?

¿Dónde están mis hijos?

¿Por qué Sergio está llorando?

—Sergio vamos a tener que inyectarte un tranquilizante—advirtió un médico.

—No puedo dejar de llorar, solo necesito que me apaguen —pidió entre sollozos.

Otra vez estoy durmiendo.

¿Por qué no puedo abrir los ojos?

¿Por qué no puedo despertarme?

Me quedé en silencio, mientras los médicos hablaban al lado de mi cama. Sentí el agarre de mis papás a mis manos.

—¿Alguien no se ha despedido?

—Yo, yo... no tuve oportunidad —confesó Niza. —No sé qué cómo explicar. Yo... no estoy lista. Perdón, Mily. No estoy lista —mi mamá lloró. —No puedo tomar el sedante, tampoco puedo hacer esto. No puedo perderla, Olivia por favor —siguió llorando. —No puedo entender por qué la vida está haciendo esto.

—No quiero hacerle daño—se defendió Olivia.

—Yo sé, pero no lo hagas. No la desconectes. Dale tiempo.

—Niza, yo no quiero esto más que tú, sin embargo, si queremos saber qué pasó, qué hicimos mal este es el momento—replicó Arturo.

El médico encargado de retirar los tubos les avisó que era el momento. Niza se acercó y me abrazó, mientras rogaba en mi oído que no me muriera. Después de soltarme dijo: —Por favor mi amor, lucha. Tú puedes eres: "La amada por Dios. La elegida". Siempre recuerda tu nombre.

—Vamos a iniciar el proceso de retirada —avisó el médico.

El bebé del millonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora