Dificultades

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La primera prueba sobre nuestro plan fue la casa, que Maximiliano nunca jamás ha vivido en algo más pequeño que una mansión de cinco cuartos y Drake está muy cómodo en un Penthouse y se van a matar al respecto.

Sergio es nuestro mediador del día y está escuchando las diferencias y beneficios entre uno y el otro.

—A mí me queda mejor y a Mily el centro para los nosotros, tú quieres una mansión en Perrie Valley a una hora y media de aquí, lo cual nos va a generar un montón de problemas.

—Podemos tener un helicóptero.

—Max, tú estás muy cómodo con tu riqueza y a mí me gusta la mía y me gusta la privacidad—replicó Drake. — Yo he trabajado cada monera que he ganado en la vida. No voy a ponerme un cartel en el pecho que diga millonario, mátenme y secuestre a mi familia.

—Estoy de acuerdo con Drake. Eres muy fansy. ¿Tú qué quieres?—me señaló.

—Helado de chocolate con esos trocitos de brownies y el chocolate líquido, pero el que es helado de chocolate amargo —Los tres me miraron y rieron en conjunto, yo me uní a ellos. —Saben una casa de ocho cuarto para mí y para los niños, tú vas a tener que aprender a vivir en una casa de cinco cuatro y tú también. Y Max tienes que entender que no voy a educar a nuestros hijos ultra ricos. Prefiero que tengan valores y que sean un poco humildes y en Perrie Valley van a entrar en una competencia de quién tiene más dinero y puede que ganen, sin embargo, no tienen la familia más tradicional, así que no los invitarán a actividades, ni esas ferias bonitas o juegos nocturnos con los amigos.

—Yo creo que Drake puedes tener un Penthouse y después del juego invitas a los chicos o cómo sea, lo tienes ahí para lo que gustes, tu dinero y tus propiedades—Declaró Sergio. —tienes que bajarte un poco, quizá leer libros de paternidad o algo, Max, tienes el corazón en el lugar correcto, eres genuinamente noble, pero el tamaño de tu casa no te define como hombre, papá o políticamente. Dinos algo que te mueras por enseñarles a los niños.

—A leer, ya saben cuándo los niños van en el auto y quieren que te devuelvas porque no les dio tiempo de leer un rótulo—todos lo habíamos vivido.

—¿Y tú Drake?

—Hockey, los tres, quizá hasta entrene a la liga femenina de Love —Le miré y él quitó la mirada para seguir hablando de como va a destruirle el cerebro a mi hija con hockey.

—¿Mily?

—No tengo idea, solo quiero que me abracen.

Sergio se subió a la cama y me abrazó y tronó sus dedos para que Max y Drake fueran por el helado que pedí. Mi mamá y Mehr entraron a la habitación. Moad venía empujando el carrito de Love y la pequeña estaba dormida.

—Soy el rey de dormir bebés —susurró.

—Moo, solo has dormido a Love.

—Sí, pero es un bebé —mi hermanita rió y todos nos contagiamos, les hice una seña para que se acostaran conmigo y mi hermana me explicó que las camas de hospital no son matrimoniales, solamente a algunas personas les dan una cama tan grande.

Sergio le llenó de besos antes de explicarle que en el hospital se habían enterado de que Mily es la hermana mayor de muchos hermanos y decidieron darnos espacio para todos.

—Okay, Mily, cierra los ojos —dijo Jane mientras reía. Venía con su uniforme y una sonrisa gigante. —Cierra, cierra.

Le hice cao y escuché más risas en la habitación.

—Te tenemos una sorpresa—anunció Jana.—a la cuenta de tres abre lentamente los ojos. —escuché la risa de mis hermanos. —uno, dooos y tres.

Mis cuatro hermanos traen ramos con nuggets de pollo, mozzarella sticks, pizza, papas fritas y el último con dulces. Todos estaban riendo como locos y yo también.

—Me explican.

—Tío Arturo dijo que estabas aburrida de estar en el hospital, así que lo obligamos a invitarnos y tenemos una sala de reuniones con un video beam y todas nuestras películas favoritas.

—Y quién preparó estas delicias —pregunté.

—Tu madrastra favorita. Es que cuando eres la última mamá tienes menos tiempo con la enferma—dijo Ada y se acercó a llenarme de besos. —a ver si me dejan cargar a Love, porque Niza y Olivia son unos acaparadores.

—Pobre Addi.

—Te extrañó todos los miércoles.

—Lo sé, mamá falsa —respondí y las dos reímos mientras nos abrazábamos.

Moad prometió permitirle llevar el coche de Love y mis hermanos me dieron un beso y un abrazo antes de premiarme con una fotografía y llevarme al lugar de la diversión. El auditorio tenía mantas para todos, mis tíos y primos estaban acomodados ya, Ada se lució con un menú lleno de chatarras y unas bandejas buenísimas de cine, con palomitas de caramelo, naturales y de mantequilla, además chips de nachos, con la salsa de queso y hot dogs.

Yo me pedí la bandeja clásica y la bandeja Pieth Luthor, que incluía todos esos nuggets maravillosos y pizza. Me dieron una de vegetales y tomé un trozo gigante antes de pasársela a Drake, el cual rio antes de devorarla junto a su cita. Max y Drake trajeron los helados y se sentaron con sus respectivas parejas, Olimpia y Drake y Mehr y Jana están a cada lado de Max. Mis mejores amigas se sentaron a mi lado.

—Love es demasiado dulce, la llevé a ver al play de los niños y se durmió.

—Es una niña con una energía mágica, todos los días después de estresarme en el trabajo, regreso a abrazarla y me cambia el día.

—Isabela, cómprate un perro de apoyo emocional—regañé a Isabela y las tres reímos.

Jana explicó que le dan mucho sueño las películas, así que empezaríamos por su favorita, la Sirenita y en cuanto se durmiera podíamos cambiarla. Mi hermana se durmió a los quince minutos y mi papá cambió a una película más familiar. Todos estábamos realmente emocionados por la comida, todo estaba buenísimo.

Admiré a Olimpia con Drake, él estaba sosteniéndole las palomitas para que ella solo tuviese que encargarse de su manta, Max parecía interesado en entender Narnia.

—¿Cómo nunca ha leído Narnia?

—Es Max todo puede suceder —respondí.

—¿Ha leído Harry Potter?

—No le gusta la fantasía—respondí.

—¿Y Drake?—preguntó Isa.

—Le gusta todo lo que sean películas infantiles, pero, si ve Narnia hoy y no se ha leído el libro correrá a casa a ponerse al día.

Las dos sonrieron.

—¿A cuál de los dos elegiste?

—¿Por qué me preguntan lo mismo últimamente?

—Porque vas a vivir con ambos.

—Y soy la mamá de los hijos de ambos. Casi muero. Mi hija nació antes de tiempo—suspiré. —Lo que he aprendido es que en la vida no es a quién decides amar porque crees que es el momento de amarle, sino, quién llega en el momento indicado. En el momento adecuado legaron Love, Prince y París, pienso que no es que no quiera elegirles a ellos, es que prefiero a nuestros hijos.

—Mily, los hijos crecen. Recuerdas cuando nuestra mayor emoción era estar cerca de Cash o Sebastian. Esos tres crecerán y qué vas a hacer.

—Siento que ya he tenido mucho amor y experiencias y ellos merecen a alguien que les ame mucho más de lo que yo les amé y sea recíproco.

—Estoy confundida. ¿Les dejaste de amar o no quieres dar a torcer el brazo?—preguntó Pri.

—Maximiliano me dejó por su carrera y Drake también, quiero alguien que me quiera sin importar nada más que el amor que siente por mí y si es demasiado idealista estoy bien estando sola.

—¿Tú vas a estar sola?

El bebé del millonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora