JIK00K ☪ K00 & 0SIT0 지국 .･*.☆

➢ JK 용서 - 07

Jungkook

Contuve el aliento cuando abrí los ojos. No me dolió. No me dolió. Debería dolerme.

—¿Mochi? —Me di vuelta cuando escuché un crujido a mi lado y luego apareció la cara de Jimin en mi línea de visión.

—Hola, ¿cómo te sientes?

—No me duele.

—Has estado en el hospital desde ayer por la mañana—. Jimin miró hacia el reloj en la pared y luego de vuelta. —Son casi las diez de la noche. Has estado dormido por más de veinticuatro horas.

—¿Estoy bien?

—Bueno, tus costillas no están rotas, solo están magulladas. Tu mejilla está fracturada y tu muñeca está rota. Aparte de eso, tienes numerosas lesiones y contusiones sobre el resto de tu cuerpo.

—No me duele, —repetí.

Parecía importante.

Jimin sonrió.

—Eso es porque te están dando las buenas drogas.

—¡No drogas! —Empecé a luchar, mi corazón latía fuera de control. —Las drogas son malas.

No importaba por lo que había pasado en las calles, nunca había recurrido a las drogas. Había visto lo que le hacían a la gente y no quería morir así. Yo tampoco quería vivir así. Odiaba las drogas.

La sonrisa cayó rápidamente de la cara de Jimin, reemplazada por un ceño fruncido que juntó sus cejas.

—No, no, Koo, no son malas drogas. Drogas médicas. Cosas que te harán sentir mejor.

Me calmé.

—¿No son malas drogas?

—No, lo prometo, no son malas drogas—. Jimin se acomodó a un lado de la cama y tomó mi mano herida.

Fruncí el ceño cuando vi la cinta blanca en la parte superior de mi mano y un largo tubo de líquido saliendo de debajo de la cinta.

—¿Qué es esto?

—Es un IV, Koo. Así es como los médicos están poniéndote el medicamento.

—Oh. —Probablemente debería haberlo sabido, pero la última vez que estuve en un hospital no fue uno de mis recuerdos favoritos. Intenté no pensar en eso. —¿Cuándo me voy?

—No por un par de días más, Koo. Los médicos quieren mantenerte bajo observación solo un poco más.

—Quiero irme.

—Lo sé, Koo, pero debes quedarte aquí por ahora—. Jimin apretó los labios por un momento. Su mirada se volvió pensativa. —Koo, ¿sabías que hay una bala en tu cabeza?

—Sí.

La mandíbula de Jimin cayó.

—¿Sabías?

—Sí, estaba allí—. Fue un poco difícil no saber de recibir un disparo.

—¿Sabes cuándo te dispararon?

Cerré los ojos y volví la cabeza.

—No hables ahora. Cansado.

Jimin suspiró.

—Koo, la policía te interrogará tan pronto como sepan que te has despertado. Tenías una bala en la cabeza. Tuvieron que hacer una cirugía para sacarla. La policía querrá saberlo.

—¿Cirugía? —Jadeé cuando extendí la mano y sentí un vendaje alrededor de mi cabeza en lugar de mis largos mechones de pelo raído. —Se llevaron el pelo.