୧ ‧₊˚ 🍮 ⋅ ☆ 6

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Lunes 7:15 a.m.

Jung Jiwoo tarareaba una canción de Elvis Presley mientras terminaba de hacer unas tostadas francesas, Burning love sonaba desde el tocadiscos de colección que le había pertenecido a su esposo. En los días nublados lo recordaba a menudo, pues era en esos días donde Chaewon bajaba de su habitación cantando a todo pulmón la misma canción y bailaba por toda la cocina junto a ella; haberlo perdido en aquel viaje de negocios hace 5 años fue difícil de afrontar sobre todo cuando sus hijos apenas eran unos niños, explicarles lo que había ocurrido le rompió el corazón.

No tuvieron más apoyo que su familia en Daegu, pues la familia de su esposo nunca estuvo de acuerdo con su matrimonio y el que haya fallecido Chaewon fue una buena excusa para alejarse por completo de ella y sus hijos; al principio tuvo gran resentimiento por ellos, porque quieran o no sus pequeños eran también familia, pero con el tiempo aprendió que no podía obligar a nadie a crear lazos afectivos. Y sí, las familias también dañaban y lo aprendió de la peor manera.

Sin embargo, a pesar de todo eran felices se tenían los tres y su familia en Daegu era más que suficiente para ella, sus hijos aprendieron a no mencionar a la familia Kang y ni a preguntar por ellos, se consideraban más Jung por eso decidieron adoptar ese apellido a donde sea que fueran.

Estaba orgullosa de sus hijos, aprendieron a sobreponerse a la pérdida de su padre con fortaleza y resiliencia, se apoyaban en sus decisiones y el cariño que se tenían era enorme. Con el tiempo crearon el hábito de visitar a Chaewon en su tumba una vez al mes llevándole girasoles, porque le recordaba a la sonrisa que este tenía, la misma que Hoseok había heredado. Sabía que el camino sería duro y más teniendo a dos hijos por quien ver, pero los seguiría guiando con cariño y paciencia en nombre de su esposo y el de ella. Solo quedaba mirar hacia el futuro y disfrutar del presente.

-Mami buenos días, ¿quieres que te ayude en algo? - preguntó Hoseok mientras le regalaba un beso en la mejilla.

-Buenos días Hobi, no te preocupes ya termine.

-Buenos días hermosa mujer, regalo de los ángeles – saludo el Jung más pequeño.

-Sea lo que sea que quieras, mi respuesta es un no Soobin.

-Hermosa mujer yo no quiero nada, o bueno sí, solo necesito tu permiso para ir con la familia de Yeojun a su casa de playa en Busan irán dentro de un mes. - hizo un pequeño puchero juntando sus manos en forma de súplica.

-Bueno si solo es el permiso, lo tienes. Pero dinero no te voy a dar. – sentenció Jiwoo.

- Pero mamá no es justo cuando Hoseok sale con sus amigos tú le das dinero para divertirse, algunas veces pienso que soy el no deseado o el adoptado. – replico

- Le doy dinero a tu hermano porque él no me hace gastar en sus travesuras de colegio como tú, o ya olvidaste quien pago por las ventanas que rompiste mientras jugabas soccer.

- Ay!!, pero fueron algunas...

-Algunas cuatro ventanas – agrego Hoseok mientras se mofaba de su hermano – No entiendo como pudiste jugar con tus compañeros cuando eres malísimo en los deportes.

- Pues para tu información estaba haciendo la prueba para el equipo de soccer, obviamente no me aceptaron, pero la intención es la que cuenta. - protestó llevándose un pedazo de tostada a la boca. – Bueno mami en donde nos quedamos, ¿si me darás para mis gastos?

-Awww mi pequeño Soobin, tienes un mes para ahorrar y pagar lo que quieras. – le mando un beso volado mientras el menor bufó.

- Hablando de deportes, hoy tendré practicas con el equipo de futbol americano, ingrese como corredor y probablemente salga para las 6 de la tarde. – los presentes quedaron sorprendidos y en silencio después de lo dicho por Hoseok. Para nadie era una sorpresa que el castaño evitaba exponerse a ese tipo de deportes por temor a salir lastimado.

Heartbeat - VHope Donde viven las historias. Descúbrelo ahora