Capítulo 11

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- Jimin...yo.

Hablo el maknae separándose un poco de Jimin que sentía a su corazón a punto de salir votando de su pecho.

- No digas nada, solo déjame besarte, no sabes lo mucho que deseaba esto.

El chico volvió a unir sus labios silenciando al maknae, no dejaría que nada arruinase el momento tan perfecto que se había creado, definitivamente Jimin jamás lo dejaría escapar no después de sufrir tanto tiempo en silencio, por fin había confesado sus sentimientos y eso era suficiente para el.

- Jimin...yo, yo no se exactamente que es lo que siento.

Hablo el pequeño recuperando el aliento pero sin alejarse de mayor que lo aprisionaba en un fuerte abrazo de oso.

- Solo contéstame una cosa.

Jimin lo sabía, debía ser duro no saber a cerca de sus sentimientos pero era más que claro que no le era indiferente al chico que lo volvía loco.

- ¿Me quieres?.

- Si -respondió sin dudar- te quiero y no puedo estar sin ti.

Jimin sonrió al escuchar la respuesta del maknae.

- Eso es suficiente para mi, mientras estés a mi lado no voy a dejar que nadie te haga daño, ni si quiera tu padre.

Jungkook sintió estremecerse, temía tanto a su padre pero temía más al hecho de tener que alejarse de Jimin o del grupo, ellos eran su vida y lo que más amaba.

- Yo tengo mucho miedo de lo que pueda pasar de ahora en adelante, se que debería alejarme de ti pero no quiero, no puedo.

- Ni se te ocurra, me escuchas, más te vale que ni lo pienses Jungkook, te será imposible deshacerte de mi de ahora en adelante, seré como tu sombra así que más vale que te vallas acostumbrando.

- Jiminnie, creme que ya estoy acostumbrado.

Ambos rieron rompiendo la tención, se sentía tan bien saber que los dos sentían algo especial el uno por el otro y lo que sentían estaba creciendo con cada risa, cada palabra y cada mirada que se daban, creían que aún se encontraban en alguna especie de sueño pero ninguno quería despertar.

Después de saludar al señor Park como era debido, ambos se saltaron la cena para poder estar más tiempo juntos, Jungkook debía regresar por la maña y eso significaba que no podrían verse, Jimin jamás había visto al maknae tan feliz, era como empezar a descubrir una parte completamente diferente de el, incluso era bastante cariñoso, acababa de descubrir que le encantaban los abrazos y el estaba dispuesto a complacerlo en absolutamente todo lo que quisiera, estaba completamente deslumbrado por lo encantador que podía ser el pequeño cuando estaba de buen humor, le encantaban esas hermosas sonrisas de conejo que se escapaban de sus labios, labios perfectos y besables que desde ahora le pertenecerían solo a el y a nadie más por que no estaba dispuesto a compartirlo con nadie, no cabía en si mismo de felicidad, su sonrisa no desaparecía de su rostro cada que observaba al maknae sonreírle de esa manera, no sabía que era peor, si sufrir de dolor o sufrir por tanta felicidad.

- Jimin, hijo.

Interrumpió la señora Park a los chicos que reían descontroladamente mientras tenían una guerra de almohadas.

- Ya está lista la habitación de tu hermano, cuando Kookie quiera dormir puede pasar con toda confianza.

Jimin se bajó de la cama soltando la almohada que traía y se dirigió a su madre para darle un fuerte abrazo dejándola algo aturdida por la efusividad de su hijo, era claro que estaba bastante feliz.

Lío de amores [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora