Capítulo 26

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Jimin estaba disfrutando de cada segundo al lado de su amado JungKookie.

Le había permitido estar tan cerca que se enloquecía.

Jungkook no se quejaba en lo absoluto y sólo se dejaba hacer por Jimin.

Le dejaba acariciar su rostro, le dejaba abrazarlo. Le dejaba susurrar lindas palabras en su oído.

Jungkook no sabía lo que sentía pero no le molestaba que Jimin lo mirara de esa forma, excepto cuando lo observaba directamente por más de veinte minutos.

- Hyung. Deberíamos comer algo. Ya es tarde.

Jimin sonrió y evitó el deseo de morderle los labios.

- ¿Tienes mucha hambre?.

Le preguntó y el maknae sólo le miró un segundo.

- No en realidad.

Contestó al fin y Jimin sonrió internamente. Le gustaba tenerlo abrazado y no quería desperdiciar su valioso tiempo en cocinar algo.

Aún así, debía alimentarlo.

- Pidamos algo para comer.

Jungkook asintió y Jimin se separó un poco de él para coger el teléfono.

Jungkook pudo respirar libremente y se levantó del sofá para estirar su cuerpo.

Bajó la vista y pudo ver su amado libro en el piso. Ni siquiera lo había dejado a la mitad por causa de Jimin.

Quería recordar.

Estaba seguro de que esa sensación que le causaban los brazos de Jimin ya la había sentido antes. Se estremecía de sólo ponerse a pensar.

Le gustaba como lo trataba, como lo miraba, como lo tocaba.

Sabía que esa clase de relación era rara, pero no se imaginaba lejos de él ni por un segundo.Tal vez, su mente le estaba jugando una broma.

Mientras Jimin hacía la llamada para pedir comida, él pudo ir a la cocina por un vaso con agua.

Tomó uno de los vasos de cristal que relucientes reposaban en la repisa y lo llenó completamente.

En el momento en que sus labios lo tocaron, una imagen vino a su cabeza.

Soltó el vaso de vidrio causando que se estrellara contra el piso.

Esa misma imagen apareció en su mente. Había roto uno de los vasos de Jin por culpa de Yoongi.

Vio como Jimin aparecía exaltado por la puerta y lo llamaba.

Estaba perdido en la imagen que había aparecido tan clara en su cabeza.

- Jungkook ¡contestame!.

Levantó la vista y pudo ver a Jimin con el rostro preocupado.

- Estoy bien Hyung.

Jimin lo tomó en sus brazos y lo apartó de los vidrios rotos en el suelo.

Lo llevó hasta la habitación y lo inspeccionó de los pies a la cabeza mientras el maknae continuaba perdido en sus pensamientos.

Jungkook lo había visto claramente, era un recuerdo.

Él estaba en la cocina, tenía un vaso con agua entre las manos y Yoongi había aparecido tras de él causándole un susto. El vaso había caído a sus pies rompiéndose completamente en pequeños pedazos.

- Jungkook.

Miró cómo Jimin lo llamaba y no supo si debía decirle lo que le acababa de pasar.

Los doctores le habían dicho que en el momento en que se presentara algún recuerdo, sería un buen indicio de que su memoria estaba a salvo.

No hizo más que sonreirle y levantar sus manos frente a él para mostrarle las palmas de sus manos.

- Estoy bien, ¿lo ves?.

Jimin se apresuró a abrazarlo y Jungkook pudo sentir su excesiva preocupación. Sonrió internamente. Tenía la esperanza de poder recordar pronto y deseaba que Jimin estuviera ahí con él.

- No te atrevas a asustarme así de nuevo Jungkook. Creí que te habías herido.

- Perdóname por asustarte.

Sintió cómo Jimin lo aferraba aún más a su cuerpo y con sus manos le rodeó los hombros.

- ¿Por qué soltaste el vaso?.

Lo escuchó preguntar y dijo lo primero que se le vino a la mente.

- Había una horrible araña.

Escuchó la risa de Jimin y sintió como su corazón saltaba en su pecho. Algo le estaba pasando y no podía negarlo.

Estuvo bajo la protección de sus brazos por un rato más y se sintió vacío cuando él se apartó para poder mirarlo.

- No tarda la pizza. ¿Quieres comer en el comedor o aquí?.

Se sonrrojó un instante al verlo tan cerca a su rostro. Sabía que lo que hacía Jimin en él era algo inevitable. No podía negar su palpitante corazón que lo cansaba.

- A-aquí está bien.

Logró decir y Jimin se alejó de el sonriendo.

- Iré a recoger los destrozos. Si Jin regresa y los ve nos matará.

Jimin salió por la puerta y el pudo respirar. Era agradable estar cerca de él pero estar demasiado lo ponía nervioso.

Jimin fue hasta la cocina y recogió cuidadosamente cada uno de los vidrios rotos.

Realmente se había asustado.

Creyó que Jungkook estaría herido.

Aún recordaba vividamente todo lo que sufrió sin él por dos largos meses. No podía permitir que algo malo le pasara.

Después de esperar un rato más, la entrega a domicilio llegó y tras recibir su deliciosa comida, pudo ver el libro que Jungkook leía, estaba tirado en la sala y lo recogió del suelo para sonreír ante él.

No importaba que fuese un libro interesante, lo había vencido ganándose la atención de su adorado maknae.

Lo colocó en una de las repisas y fue hasta la habitación con la pizza en sus manos.

Comería junto a Jungkook y luego lo llevaría a pasear.

Quería sacarlo de ahí toda la tarde antes de que llegaran los chicos para arruinarlo.

Lío de amores [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora