El extraño hermano mayor del protagonista.

Capítulo 25: Valor y fuerza.

Shen qingqiu estaba de mal humor desde la mañana, exigiendo como desgraciado a sus estudiantes que cumplieran con su entrenamiento infernal, todos los juniors como los discípulos avanzados estaban al borde del colapso y solo podía mirar con sus ojos llorosos el rostro de su maestro el cual estaba con un gran ceño fruncido.

'¡¿Quién había podido hecho molestar a su maestro?!¡Quien fue el monstruo que lo hizo enfadar!¡Porque deben pagar ellos por sus peleas!¡Shizun por favor sea considerado!'

Era lo único que podían pensar entre jadeos los pobres estudiantes, todos menos uno, que sin dudar un poco continuo con cada uno de los ejercicios de su maestro, aquel joven con la determinación hasta el cielo y un cabello tan esponjado como perro, luo binghe, siguió firmé aunque sus piernas dolían y el sudor empapaba el cuerpo del niño, el se mantenía en pié,  dando todo de él para que su maestro lo alargará.

–psss– un compañero de luo binghe llamo con un siseo.

–¿A–li?¿Qué sucede?– luo binghe alzó una ceja en signo de confusión.

–¿Cuál es tu secreto?¿Para aguantar está tortura?– habló entre jadeos de cansancio y mientras se limpiaba el sudor que caía de a chorros de su frente.

–no es tan malo, solo concéntrate en la meta– dijo el niño un poco animado y la niña hizo un gesto de incredulidad.

Luo binghe sonrió con simpatía y siguió corriendo hasta que un golpe sordo se escuchó y todos miraron, descubriendo que al fin un niño había colapsado y miraron con preocupación a su shizun, shen qingqiu solo alzó una ceja y se cubrió con su abanico.

–¿Porque se detienen? aún les faltan 50 vueltas por todo el pico, para cumplir las 200, ¿Qué esperan?¿O quieren quedarse sin desayunar este día?– al escuchar el asunto del alimento, todos los niños trataron de seguir, pero al salir de la zona, donde sus cuerpo estaba en contante movimiento, sus músculos se tensaron y su cuerpo cayó y como si fueran muñecos, todos cayeron.

Luo binghe, trato de seguir pero su cuerpo realmente estaba agotado y simplemente miró a su shizun negar con desprecio y mirar a todos los discípulos.

–decepcionante, váyanse a comer, pero solo recibirán la mitad, así como el cuerpo se debe alimentar la mente– dijo shen qingqiu, antes de levantarse de asiento en donde estaba y caminar elegantemente hacia su casa de bambú.

Los discípulos vieron a su maestro hasta que salió de la sala de entrenamiento y luego soltaron un largo suspiro y trataban de recuperar un poco de su fuerza.

–¡Vamos!¡Hablen!¡¿Quién hizo enfadar a shizun?!– gritó un discípulo mayor el cual estaba recargado en una pared, jadeando mientras se quitaba las pesas de sus talones y de su muñecas.

–¡Nosotros no hemos visto a shizun después del entrenamiento!–hablaron los más jóvenes.

Todos empezaron a quejarse, hasta que recordaron un detalle importante.

–¿Se dieron cuenta que no estaba comiendo dulces mientras nos veía entrenar?– habló un discípulo mayor.

Todos se quedaron callados y luego miraron a luo binghe, el cual se sorprendió y comenzó a sudar frío.