Louis toda su vida ha estado enamorado de su vecino, aquel Alfa rizado que le hace suspirar, aquel que hace a su corazón latir y a su omega llorar. Pero la vida nunca es fácil, y mucho menos cuando pasan su celo juntos y Harry esta a pocos días de c...
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Estaba asustado, no tanto como su primera vez. Incluso el dolor no era tanto comparado con su primer alumbramiento. Con Peter fue duro y ahora con Chris era solo un poco menos doloroso. Pero no quería que esto sucediera precisamente hoy, a pocas horas del uno de febrero, cuando Harry estaba por cumplir sus treinta.
Las contracciones eran el doble más que la primera hora y Harry caminaba de un lado a otro convenciéndolo de ir al doctor, sintiendo la impotencia en su interior y con la marca a punto de volverlo loco.
Y siendo sincero no pudo aguantar más cuando la fuente se rompió y el caos se desató. Harry despertó a Valerie para que manejara la camioneta y el poder ir con Louis en la parte trasera, Edith se quedó con un temeroso Peter en el rancho, incluso diciendo que cualquier cosa le seria avisada de inmediato.
Harry fue el apoyo para Louis a pesar de que su mano era apretada con dureza y los gritos de Louis eran su tortura personal. Trató de recordar si comparaba con algo, pero a pesar de haber tenido una hija de mentira nunca pudo ver o ayudar a Jenn, la madre de la omega se encargó de todo e incluso aun cuando llamaron para saber su versión de la verdad, Nick juró ante el juez que los Hunt habían querido buscar un niño Alfa para cambiarlo, porque Harry nunca supo de su sexo, no después de que nació Emily.
―Ya casi, mi amor ―Harry secó con un pequeño pañuelo la frente de su omega, mientras Louis dejaba escapar gritos. El Alfa suspiró aliviado cuando el hospital central de Nashville se veía a la vista y ya faltaba cada vez mas poco.
En emergencia ayudaron a Louis con una silla de ruedas, mientras se movían con rapidez rumbo al quirófano para chequear su estado de dilatación o de lo contrario si los dolores eran fuertes acudirían a la cesárea.
Harry fue esterilizado, luego se colocó una bata y una gorra para poder entrar con Louis, aunque no era consiente ni de qué hora era, ya que solo tenía una única preocupación. Saber que su omega se encontraba bien y que su cachorro viniera sano y salvo al mundo.
Lloraron juntos cuando después de cuatro horas de trabajo de parto, Louis dio a luz a un lindo cachorrito omega. Incluso cuando el llanto del infante inundó el quirófano y Louis lo calmó con su olor.
Harry lo sintió fuerte, una conexión con el pequeño que hipaba y lloraba con determinación, la conexión de su pequeña manada y de que ahora era su obligación cuidarlos hasta que diera su último aliento. Algo que nunca tuvo y que le resultaba espectacular. Se sentía pleno con todo lo que pudo vivir a lado de su omega. De aquel ser que llegó a cambiar su vida para bien.
Chris nació el uno de febrero, justo en el cumpleaños de Harry.
Louis lucía cansado, aun había una capa de sudor en su frente y tenía su cabello liso enmarañado en su cabeza, a pesar de eso se sintió dichoso al volver a sostener otro cachorro en sus brazos, analizando sus lisos cabellos y sus ojos grises aun sin revelarse.
