Parte 76: La guadaña

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Hace 9 años...

Muchos estudiantes se habían estado preguntando dónde estaba Kayn, pues todo el templo se encontraba bastante tranquilo sin él por allí.

Y cuando lo vieron llegar con una guadaña que se veía muy extraña a kilómetros... todos se preguntaban qué demonios había hecho ahora...

"Hey, Kayn"

"Yusari..."

"Veo que finalmente encontraste un arma"

"Para que veas que la búsqueda valió la pena"

"Sí... aunque podría haberte durado menos de un mes, ¿no te parece?"

"¿Tanto me echabais de menos?"

"No" - afirmó Ren en seco - "Pero no estamos para bajas"

"Qué gallito el Filo Sombrío"

"........"

Ren había sido parte de la Orden de las Sombras por más tiempo que Kayn, habiéndose unido al año de que se formara. Y era un talentoso guerrero.

Y no solía tolerar que un criajo de trece años fuese tan chulito.

Invocó su hoz para acercarse a él, antes de notar algo raro en el ambiente.

"¿Qué pasa? ¿Te intimidé?"

"Hey, Ren, ¿qué onda?"

"Hay... hay algo malo... ¿no lo notáis?"

"Esas son majaderías tuyas" - dijo Kayn adoptando posición de combate - "¿No quieres practicar un poco? Filo Sombrío"

"........"

"Creo que deberíais calmaros un poco antes de..."

Un clon sombrío de Ren apareció detrás de Kayn, dispuesto a golpearle con un puñetazo.

Aquel ser sombrío se disipó de un solo corte de su guadaña, rápida y letal a pesar de que el joven apenas había practicado con ella.

"Uuuh, qué miedo"

"........"

"Venga, va, ya dejaos de..."

"¿Qué está pasando aquí?"

Zed irrumpió en la escena, siendo que toda sorpresa o reacción ante la aparición de Kayn se vio escondida tras su máscara.

Y sí, notó de inmediato la misma aura maligna que Ren.

"Maestro Zed"

"Kayn..."

"¿Se alegra de que haya regresado?"

"¿Dónde habías estado?"

"Fui en busca de un arma apropiada para mi entrenamiento"

El joven hizo girar un par de veces su guadaña, demostrándole a Zed lo extrañamente ágil que parecía en sus manos pese a su tamaño.

"Nadie te dio permiso para marcharte"

"Me la dio usted, indirectamente"

"No"

"Pero pretendía..."

"No"

"Quizás de un modo sugestivo, dándome aquel libro..."

"Por última vez, no"

"Bueno... me disculpo, maestro, pero al menos encontré lo que tanto quería usted, un arma con la que entrenar..."

"Ese arma... ¿de dónde la has sacado?"

"Nah, de un templo protegido por gente muy rara"

"........"

"Es solo una guadaña más grande de lo normal y... con un diseño curioso..."

"........"

"Maestro Zed, de verdad, siento no habérselo dicho pero..."

"Guárdala..."

"¿Qué? ¿Que la guarde?"

"Solo podrás utilizarla durante tus entrenamientos y cuando sea estrictamente necesario... así que guárdala mientras tanto..."

"Creo que está exagerando"

"Hazlo... ya"

Teniendo en cuenta que el Maestro de las Sombras podría haberle puesto un castigo mucho peor, optó por simplemente hacerle caso.

Yusari le acompañó, dejando solo al Filo Sombrío con el maestro.

"Maestro Zed..."

"Lo he notado... hay algo raro con ese arma..."

"........"

"Ve a hablar con Ysdra... a ver si sabe algo sobre ella..."

"¿Por qué no va usted?"

"Porque algo me dice que puede que no me cuente toda la verdad..."

"........"

"Y no hace falta aclarar... que esta charla es entre tú y yo... Ren..."

"Por supuesto, Maestro Zed..."

Kayn dejó la guadaña en un armario de su habitación, bien cerrada para que nadie pudiese hacerse con ella y robarla.

"¿Y dices que la custodiaban?"

"Sí, unos pirados, nada grave"

"........"

"No tienes buena cara, tío"

"Kayn, ¿de verdad no ves nada raro en el aspecto de esa guadaña?"

"Tiene una artesanía genial"

Niñato...

"El insulto sobra"

"Yo no te he insultado, idiota" - le replicó el vastaya - "Mejor vayamos a cenar..."

"Sí, tanto viaje me ha abierto el hambre..."

La Sombra de ZedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora