Finalmente los Navori habían logrado liberarse de su amarrada aventura... o más bien desventura, y caminaban algo bajos de moral.
Fueron puestos en ridículo por un ciervo. Un maldito ciervo. Había dos mujeres armadas, pero... un ciervo, un maldito ciervo.
"¿Alguna vez hemos caído más bajo?"
"¿Wukong?"
"Ese es un tío mono, no un ciervo"
"Ya..."
"Vale, eran dos mujeres, con ballestas, armadas, está justificado... pero ahora tenemos que encontrar cómo reembolsar dinero..."
"¿Asaltar a un inválido?"
"Menos patético"
"Quizás..."
"Eh, párate un momento, mira ahí"
En mitad de un prado se encontraba una mujer joven, de pelo corto y blanco, una cinta verde en la frente y una vestimenta muy normal.
Estaba dándole patadas a una especie de muñeco de entrenamiento.
Y con muñeco me refiero a un tronco con palos, que al golpear uno de estos giraba hacia una dirección u otra.
"¿Ves lo mismo que yo?"
"Una mujer"
"Una adolescente sola en mitad de un prado"
"David, cuida tus siguientes palabras"
"Podemos robarle"
"Ah, bien"
"El plan es el siguiente..."
La joven, de nombre Minah, se tomó un momento para descansar de su entrenamiento tras ver que un par de desconocidos se acercaban.
Fernandes tenía un cuchillo en su mano, mientras que David contaba con sus manos.
"¿Queréis algo?"
"¡Danos todo tu dinero!"
"¡Desembolsa la bolsa!"
"¿Me estáis atacando?"
"Claro que sí, niñata albina, ¿te crees única? Porque no eres única"
"Eso, eso, dile sus cosas, Fernandes"
"Hay una targoniana que es albina, y una campeona noxiana, y otra de Ixtal, y también... otra más, no eres única"
"........"
"¿Y bien?"
"¿De qué loquero os habéis escapado?"
David fue el primero en lanzarse a por ella como un loco, solo para retroceder al instante.
No sabía exactamente lo que había pasado, pero Fernandes vio cómo la chica levantó su pierna izquierda con tal fuerza que lo dejó mirando hacia arriba.
La bajo rápidamente para usarla de nuevo en su estómago, mandándolo a volar.
"Aaarr..."
"¿Qué ha sido eso?"
"Eso es mi Patada Relámpago..."
"Mierda... cuando ponen nombres a sus habilidades significa..."
La mujer se acercó corriendo hacia Fernandes, que puso su cuchillo por delante.
Con su Patada Relámpago efectuó un movimiento similar. Primero dio una fuerte patada hacia arriba, despojándolo de su arma.
La bajó con demasiada velocidad como para que el pobre Fernandes reaccionase.
Cuando la dupla finalmente recuperaron la consciencia Minah no estaba, ni su muñeco de entrenamiento. Pero...
"Eh, par de idiotas, ¿qué hacéis en el suelo tirados?"
"Hola... Akali..."
"No nos pegues..."
"Oh, así que es eso, ¿intentasteis robar a una ardilla y os dio una paliza?"
"Fue un arce"
"No le hagas caso..."
"¿Por qué? De los dos es el más listo... además, enhorabuena, un arce es mucho más intimidante que una ardilla"
"¿Vas a ayudarnos?"
"¿Ayudaros?"
"Sí, no sentimos nuestro estómago... o piernas..."
"¿Tengo pinta de enfermera?"
"Seguro que si Shen te lo pidiera te... espera, me han golpeado en la cabeza, no estaba pensando bien, no nos mates..."
"Venga ya, no voy a mataros"
"Gracias..."
Si bien la dupla no podía sentir las piernas...
También perdieron el sentido del habla cuando la ninja les pateó brutalmente en la entrepierna. Hoy no era definitivamente su día.
Fueron encontrados por su líder, Lasho, en un estado lamentable.
"¿Qué (bababui) hacéis en el suelo?"
"........"
"Y tocándoos de una forma tan deshonrosa"
"........"
"Sois la pura decepción en persona, ¿lo sabéis?"
"Jefe, no diga eso" - dijo con una voz muy aguda - "Estamos depre..."
"¿Deprimidos? Yo debería estar deprimido por lo inútiles que sois"
"........"
"Decidme, ¿qué os pasó?"
"Fernandes... ¿se lo dices tú o se lo digo yo?"
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La Sombra de Zed
FanfictionBienvenidos a este fanfic, secuela de "Las Desventuras de Gwen" y "Los Viajes de Nautilus" que contará con los conflictos que atravesarán tanto Zed como Shen en sus esfuerzos por controlar o proteger Jonia. Tanto en el presente como en el pasado. Lo...