Parte 199: Sin rival

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Yasuo salió en compañía de la grumete Hanah en busca de Fortune, adentrándose en Jonia nuevamente. Pero lo que encontraron en su camino jamás se lo esperó.

El cuerpo de su hermano tirado cerca de un río, inconsciente y con su espada a algunos pasos de él. Había también sangre por la zona.

"Yo... Yone... ¿qué te ha..."

"Arrf..."

"Parece que han barrido el piso con él..."

"Pero Yone... con sus poderes y su habilidad con la espada... Yone... ¿quién te ha hecho esto? ¿Zed? ¿la maga rúnica?"

"Ya... Yasuo..."

"........"

"Ten cuidado con..."

Las heridas que le causaron a Yone se curaron por su fuerte factor curativo, pero las lesiones y el dolor que sufrió le hicieron perder la conciencia.

Y tras los arbustos, totalmente aterrorizada al ver el estado de su amigo, se encontraba Lillia.

No pudo moverse por lo paralizada que se estaba. Y no era la única.

"Centinelas..."

"........"

"Sois persistentes, debo reconocerlo..."

"........"

"Sobretodo tú, Senna..."

Ravassa, los Centinelas Jonios y el propio Lucian se encontraban tirados en el suelo tras haber sido derrotados por Viego.

"No... ¿hay palabras para mi?"

"Tu nombre era... Riven, ¿no?"

"........"

"La mayoría de los mortales tenéis una vida que me resulta sin importancia... no hay nada en ti que despierte mi interés..."

"........"

"Tu, Senna, fuiste clave para que Isolde regresase... por eso es que tu grupito no está muerto y a mi disposición..."

"Sucio... perro..."

Senna procedió a dispararle con su arma, solo para que el Rey Arruinado reapareciese detrás de ella, agarrándola por el cuello.

"Esto no es el Instituto de Guerra, Senna..."

"Arrgg..."

"Y si bien ninguno nos contenemos... sigue habiendo un abismo entre tu y..."

Riven intentó cortarle su brazo empleando su espada de luz, en un movimiento que sorprendió al rey por lo rápido que fue.

Aunque aquel intento se quedó en eso. Un solo intento. 

Viego permitió a la Exiliada intercambiar un par de espadazos con él, solo para dejarla fuera de combate con una estocada de su Hoja del Rey Arruinado.

"Solo quedas tu, Senna..."

"........"

"Komur..."

"¿Sí? Mi señor..."

"Quiero que te reúnas con la Reina Sangrienta, pronto regresaremos a las Islas de las Sombras, a fin de cuentas..."

"........"

"¿Señor?"

"Creí que no me quedaban retadores..."

El rey movió su cabeza un par de centímetros, evadiendo el disparo de Miss Fortune, quien procedió a utilizar su Lluvia de Balas.

Cada una de esta fue repelida por un golpe de la espada del rey.

"Sarah Fortune..."

"Viego... ¿qué tal todo?"

"Te tomaba por una cobarde que dispararía por la espalda... ¿pero que me escogiese como objetivo? ¿en serio?"

"Mis opciones no eran muy buenas"

"¿Y decidiste atacarme?"

"No, ganarle tiempo"

"¿Mmm?"

Viego se percató de cómo el viento empezó a levantarse, siendo que detrás de él había hecho acto de aparición Yasuo.

El espadachín intentó cortarle con sus técnicas de viento, y a pesar de su aparición sorpresa no logró causarle daños significativos.

"Eso de atacarme... ¿es propio de todos en Jonia?"

"........"

"Tu hermano también intentó dañarme, aunque al menos tenía argumentos... intuyo que el tuyo se basa en venganza..."

"........"

"Da igual, para qué decir nada... tu tampoco puedes rivalizarme..."

"¿Rivalizarte?"

"Sé sincero, Yasuo... ¿crees realmente que puedes derrotarme o frenarme?"

"........"

"Tu silencio es notorio... y seguro dice más que tus palabras..."

En otras palabras, desde el punto de vista del rey, solo estaba perdiendo el tiempo.

"Tal vez es cierto que no puedo derrotarte..."

"........"

"Pero debo intentarlo..."

"¿Por qué?"

"Porque un espadachín nunca retrocede ante un enemigo... no baja la cabeza..."

"Algo parecido dijo tu hermano... parecía muy honorable..."

"Si yo lo hubiese sido el día en que lo perdí todo quizás no estaríamos aquí presentes..."

Viego podría haber usado cualquier poder para arrancar su alma de su cuerpo... pero prefirió agarrar su espada y honrar a aquel humano...

Todo mientras Zed y Thresh observaban los acontecimientos.

La Sombra de ZedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora