La Sombra de Zed

Parte 118: Torcer los planes

Lasho se había topado con una situación bastante irritando. Dos miembros de su sindicato de rufianes estaban tirados en el suelo, muy, muy doloridos.

Tras unos minutos de permitirles recuperarse es que vino el griterio.

"¡Sois un atajo de inútiles!"

"Parecía una mocosa indefensa..."

"¡Por eso mismo os apalean siempre!"

"¿Por prejuiciosos?"

"¡Por lanzaros a saltar a cualquier idiota que veis!"

"........"

"Debéis observar primero, analizar la situación, el terreno, intentar allanar el terreno y buscar el momento preciso..."

"Lo intentamos, pero nos derroto un ciervo"

"Tío..."

"Un... ciervo..."

"Bueno, técnicamente eran dos mujeres armadas con ballestas y un arce"

"Ah, era un arce y no un ciervo, qué gran diferencia..."

"¿Verdad?"

"¡Claro que no! ¡Idiotas!"

A unos cuantos metros del escenario se encontraba Zed, cruzado de brazos y observando tan patética situación.

Había ido a preguntar a su viejo aliado si sus hombres habían visto a Kayn... y se encontró con algo sumamente... estúpido e irritante...

"¿De verdad no tenéis ni una sola buena idea en esa cabeza?"

"Yo tengo una"

"Habla, Fernandes"

"Podríamos envenenarlas"

"¿No tienes un plan menos cobarde?"

"Podríamos... emm... engañarlas"

"Vosotros no engañaríais ni a una monja ciega con demencia"

"Pero quizás a esa tipa, Akali... o a la de las patadas, esa no nos conoce tanto, podríamos convencerla de hacer el mal..."

"Esa idea es estúpida"

"......."

"Pero al menos es el inicio de algo"

"Gracias por depositar su confianza en nosotros una vez más, Lasho-Sensei"

"Lo único que quiero son, mínimo, dos monedas entre los dos para cuando acabe el día o tendréis una nueva cicatriz"

"¿Dónde?"

"No quieras saberlo"

Los dos rufianes se marcharon corriendo ante tal amenaza, con el yordle avanzando hacia el Maestro de las Sombras.

"Esos inútiles..."

"¿Con quienes se enfrentaron?"

"Akali, los Rangers Demacianos... y una rara que da patadas..."

"No me agrada que los Rangers estén en Jonia... ni siquiera sé cuáles son sus motivaciones..."

"Será para que no haya rebeliones como en el Freljord"

"No... presiento que ocultan algo..."

"¿Alguna vez has peleado con esa Ranger? ¿Quinn?"

"En la grieta... es una simple arquera que se cree que puede combatir cuerpo a cuerpo..."

"........"

"¿Ocurre algo?"

"Me recuerdas a ese aprendiz tuyo, quejándose de... ¿qué era? ¿demaciana? ¿targoniana?"

"Shurimena..."

"Eso, me has recordado por un momento a él"

"........"

David y Fernandes habían exprimido sus cerebros al máximo, hasta dar con un plan que podría resultarles acertado.

Y que iniciaba con ellos dos delante de Minah, la que les pateó fatalmente, inclinados y casi llorando en una vergonzosa en serio.

"¡Por favor! ¡Discúlpenos!"

"¡No queríamos robarle! ¡O atacarla!"

"Mira que sois pesados..."

"¡Pero es cierto!"

"Vinisteis con cuchillo en mano gritando que os dieseis todo mi dinero"

"¡Estábamos desesperados!"

"¡Corría en riesgo nuestra vida! ¡Nuestra existencia! ¡Nuestro viviiiiir!"

"David, ya..."

"¿Qué tonterías estáis hablando ahora de ir obligado?"

"Sí, a nosotros..."

"Nos obligaron a decir y hacer todas esas cosas malas..."

Minah notaba algo raro en ese par de individuos tan patéticos, quizás no le estaban diciendo toda la verdad, pero...

Un par de adultos no podían actuar tan vergonzosamente si no estuviesen en una situación... es decir, daban mucha pena...

"¿Y quién os obligó?"

"Akali..."

"¿Akali? ¿Quién es esa?"

Minah no tenía muchos amigos, menos interacción social con gente.

"Es... una matona, una criminal..."

"Nos obliga a hacer cosas malas con su mal lenguaje..."

"Y con la fuerza bruta, es una bruta"

"........"

"Le da igual matar a gente... ha levantado zapatillas en contra de niños, hecho llorar a ancianos... es..."

"David, ya..."

"¿Y dónde puedo localizar a esa tal Akali?"

"No... no debe de andar muy lejos..."