La Sombra de Zed

Parte 144: Varios frentes

Zed había regresado a su templo junto al baccai llamado Ahazu y Malzahar. El Shurimeno bestial fue quien se llevó la mirada de los pupilos presentes.

Y es que una cosa era un vastaya y otra un híbrido de coyote, rata, topo... o lo que fuese...

"¿Dónde está Shi?"

"Ha salido con Yusari, maestro"

"Ji Hun, ve por un talismán y usa tu magia de sombras... trae a Rhaast..."

"Sí, maestro"

"Recordaba a tu Orden un poco más grande, Zed"

"Noxus, la Familia de Sangre, Harrowings, Jhin... dos veces... hemos pasado por mucho..."

"Y deserciones, supongo"

"Demasiadas mentes débiles, sí..."

"¿Quién es este baccai?"

Shi acababa de hacer acto de aparición, muy tranquila y calmada. Su figura impecable y su cara de desagrado ante el hombre rata-topo-coyote poco disimulada.

"¿Dónde estabas?"

"Tomando el té con una amiga"

"Tú no tienes amigas"

"Eso denota lo poco que sabes de mi vida, Zed... y el baccai..."

"Yo soy Ahazu, el Proscrito..."

"Qué bien que eso explique tanto..."

"Lo he traído para que conecte con Rhaast... quizás él sea clave para que alcanzar una colaboración con el Darkin..."

"Zed, ven un momento"

El ninja se acercó a su compañera, quien se le acercó al oído con una voz muy baja.

"¿Lo haces por sobreguardar su poder o porque crees que puede ayudar al chico?"

"¿Qué importancia tiene eso?"

"Depende de lo que digas... te apoyaré o no..."

"Soy tu líder, te recuerdo"

"Lo sé..."

Lo que le respondió el Maestro de las Sombras se desconoce, pues Malzahar no estaba muy centrado en dicha conversación...

Pero vio cómo la mujer se unió a ellos, así como Ji Hun traía la guadaña.

"Aquí está, Maestro..."

"Sigue inactiva" - dijo Shi - "¿Seguro que la zarigüeya puede conectar con él?"

"Puede que mi mente esté algo atrofiada..."

"........"

"Pero sigo guardando algunos trucos... necesitaré incienso... velas y..."

Irrumpiendo en el patio llegó Yusari, quien se sorprendió de ver allí a su maestra y a... cualquier tipo de vastaya raro que fuese ese...

"Yusari..."

"Maestro Zed, yo... emm..."

"¿Creíste que fui raptada o algo por el estilo?"

"Sí... así fue..."

"¿Acaso no te ordené que te marcharas del lugar?"

"Sí... así fue..."

"Luego hablaremos tú y yo..."

"Pero... ¿cómo logró escaparse de Jhin?"

"¿Ha dicho Jhin?"

"Oh, sí, Zed... se me olvidaba comentarte algo... es posible que Jhin esté a punto de liberar una amenaza de dimensiones espectrales..."

"¿Qué? ¿Y me lo dices ahora?"

"Me he enterado hoy mismo y al llegar me he encontrado con... eso..."

"Me llamo Ahazu"

"Yo Yusari... y... emm... Maestro Zed, es posible que también los sepan los Kinkou... porque me encontré con un Ranger y..."

"Si Jhin está detrás de esto era obvio que Shen iba a acudir..."

"Cómo... ¿cómo procedemos?"

"Shi y Yusari, quedaos con el Baccai... Ji Hun y Ren, quiero que evitéis que esos Rangers intervengan..."

"Emm... Zed..."

"Malzahar, voy a necesitar que hagas algo por mi"

"Se te están acumulando los favores... y eso no pienso olvidarlo..."

"Considéralo la compensación por haber intentado matarme tres veces..."

"Fueron solo dos"

"De Jhin me encargaré yo, personalmente..."

En cuanto al Demonio Dorado, este se encontraba en un claro cercano al mar, asegurando una huida bastante aceptable si se diese el caso.

No le costó mucho descubrir el mecanismo de la caja...

Y de esta no solo surgió una porción curiosa de niebla negra, sino también una especie de ente de gran tamaño, con garras negras, ojos vacíos y dientes afilados.

"¡Grrruaaaaahhh!"

"Buenos días a ti también..."

"¡Pantheon! ¡Voy a... destrozarte... ¿dónde estoy?"

"En Jonia"

"¿Jonia? Debería estar en Targon..."

"Ya... me temo que llevas fuera de circulación un tiempo, mi curioso socio... pero puedo darte algunas indicaciones... ¿cómo te llamas?"

"Soy Komur, el Engullealmas... humano..."

"Khada Jhin... el Demonio Dorado... me guste ese apodo, Engullealmas..."

"Grgrrr..."

"Dime... ¿no te gustaría un tentempié antes de ir a Targon?"

"........"

"¿Quizás el alma de quien te mantuvo en esta cajita por tantos años?"

"Te escucho... humano..."