Parte 91: Hemorragias

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Aatrox quizás había permanecido la última década algo inactivo, habitando Runeterra de forma más o menos pacífica dentro de lo que cabía...

En cuanto supo de la existencia de Xolaani cualquier atisbo de mantener eso fue tirado por el piso en favor de la venganza.

Rhaast lo acompañó únicamente hasta cierto punto del camino.

"Todo recto... tarde o temprano notará su sangre..."

"Ve preparando el foso de Pallas..."

"........"

"En cuanto acabe con ella despertaremos a todos nuestros hermanos..."

"Y después..."

"Runeterra arderá..."

Rhaast dejó al general seguir su camino, al menos hasta que este se encontrara con... una interesante barrera, por así decirlo...

Cinco yordles estaban parados frente a él, formando una sola fila. Y sí, reconocía al que lideraba dicho grupo, era Kennen.

"Aatrox..."

"Yordle..."

"Aquí todos somos yordles" - dijo Rissu, ofendida - "Sé más específico, demonio con cuernos, o sufrirás nuestra ira"

"Eso es muy cómico"

"Es joven" - la justificó Kennen - "Y tu... ¿qué pretendes?"

"Asesinar a alguien y luego conquistar Runeterra... o destruirla... no tengo muy claros cuáles son mis objetivos, pero el inicio sí..."

"¿No podemos hablar esto?"

"¿Quién te crees que soy?"

"Un campeón..."

"Esa palabra... hoy no significa nada para mi..."

"Lamento escuchar eso"

Aatrox notó que una especie de tormenta se había creado encima de él.

Podría haber esquivado el tremendo relámpago que impactó contra su cuerpo, pero prefirió no hacerlo para mostrar su superioridad. 

No le había dañado en absoluto.

"¿Eso es todo lo que  tienes?"

"No... es la previa..."

"Bien... la mía es esta..."

Aatrox empleó su llamada Espada de los Oscuros, haciendo honor a su nombre y golpeando con fuerza el suelo con su arma.

El golpe quebró parte del terreno así como levantar bastante tierra.

"¡Técnica Kinkou! ¡Remolino Torbellino!"

"¿Mmm?"

Chaoyi, el Monje del Viento, pudo producir una especie de tornado a través de sus ráfagas de aire. Momento que su hermana aprovechó.

Merit, la Guerrera Tornado, usó su manipulación del viento para dar un mejor uso del torbellino, empleando sus shurikens.

El problema no fueron sus técnicas... era Aatrox...

"Vuestros ataques son patéticos..."

"Chsst..."

"He forjado este cuerpo por siglos, y fuera de esa grieta está a todo su potencial"

"No nos subestimes..."

"No lo hago, soy realista..."

Aatrox notó la electricidad en su cuerpo, la misma que recibió antes y... no podía moverse...

Kennen estaba utilizando sus Marcas de la Tormenta para dejarle paralizado por algunos segundos mientras su equipo preparaba su ataque.

Los shurikens atraerían los rayos, el viento ayudaría a contraer el daño y Rissu dio forma a la nube de tormenta...

La Tempestad Cercenante que Kennen lanzó fue el más grande de todos... 

"Ese fue un buen ataque..."

"........"

"Pero los míos... siguen siendo mejores..."

"........"

"No es porque sea un darkin... soy el más fuerte darkin..."

Un segundo relámpago fue a impactar en Aatrox, que alzó su espada para recibir en ella el impacto y redirigirla hacia los hermanos yordles

Al no manejar electricidad, el daño fue bastante notable.

"Dos menos... quedan... ¿no eráis cinco?"

"Sí, éramos cinco..."

"Solo veo a dos de vosotros... bueno, prefirió huir antes que enfrentarse a mí, es algo comprensible, supongo..."

"Te recordaba menos orgulloso"

"Nunca fuimos muy cercanos"

"Eso es cierto..."

Aatrox alzó la mirada, observando que se acercaba otro dichoso trueno.

Es por eso que decidió terminar ya con los incordios que representaban ambos yordles. Avanzó con su Deslizamiento Sombrío y esquivó los rayos.

El primero al que golpeó fue a Kennen, algo que se le hacía nostálgico.

 Rissu de la Tormenta no quiso rendirse bajo ninguna excepción, pero igualmente bastó con un fuerte puñetazo para neutralizarlo.

"Jonios... hay como docenas de vosotros..."

"Coff... cof..."

"Me pregunto... quienes serán los siguientes en interponerse..."

La Sombra de ZedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora