Parte 68: Magias vastaya

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Hace 10 años...

Zed había completado el ritual que Shi le dio, con la salvedad de que necesitaba tiempo para que drenase la magia de la zona...

Y es por ello que se lamentó al ver que sus hombres no habían logrado impedir que una vastaya entrase en el templo.

"¿Hay alguien en casa?"

"........"

"Mi marido es el de los chistes..."

"........"

"Yo soy la que corta... intuyo que tú eres Zed..."

"Te doy una oportunidad para irte por dónde has venido, vastaya..."

"No"

"........"

"Esta magia no te pertenece..."

"Soy un jonio... ¿por qué no debería de tomar lo que Jonia da?"

"Los humanos tenéis un concepto de los dones de Jonia bastante rudimentario..."

Xayah lanzó varias de sus dagas-plumas, las cuales Zed esquivaba utilizando su magia de las sombras. Así como su clon de sombra.

A pesar de ser casi un dos contra uno, la mujer se movía con una agilidad y letalidad bastante impresionante.

Uno de sus disparos dio en el quinlon, que pareció absorber su magia.

"Eres ágil, maestro de las sombras Zed..."

"........"

"Pero no suelo salir derrotada en mis peleas..."

"........"

"Y este diálogo tan pomposo..."

"¿Va a cesar?"

"No, iba a preguntarte si había funcionado en distraer..."

Rakan entró antes de tiempo, abalanzándose contra el asesino ninja... quien no tuvo demasiado problema en esquivarlo...

Era molesto, demasiado molesto...

"Esta luz ambiental es maravillosa..."

"........"

"Se refleja en tu armadura y todo, debe de haber sido bastante genial..."

"¿Por qué no te mueres?"

"Qué gracioso, Xayah me suele hacer la misma broma..."

"Grgrrr..."

"Y hablando de mi querida dama..."

Zed le golpeó con un fuerte golpe, aplicándole una llave y dejándolo en el piso.

Quería seguir golpeándole. Sentía esa necesidad. Pero tenía otras prioridades, y cuando volvió a dirigirse a la vastaya...

Esta había lanzado sus muchas dagas mágicas hacia el quinlon.

"¿Qué estás haciendo?"

"Salvar a la magia de Jonia..."

"Maldita..."

Xayah activó su magia, la cual provocó que el quinlon estallase y comenzase a destruir todo el templo en el que se encontraban.

Enfurecido, Zed corrió hacia ella, solo para ver a medio camino que el otro vastaya había llegado primero, protegiéndola con un escudo.

No tuvo otro remedio que marcharse...

"Uff... eso estuvo cerca, cielo..."

"¿Qué te he dicho de llamarme cielo?"

"Que si te lo decía me golpearías... pero eso es..."

"Cierto" - le golpeó con fuerza en el hombro - "Uff... bueno, hemos terminado aquí..."

"Sí... qué gran día..."

"........"

"Hemos tenido una gran cita, derrotado a un hombre llamado el maestro de las sombras y he hecho dos nuevos amigos"

"¿Dos nuevos amigos?"

"Sí, un par de sujetos me acompañaron, y estuvieron entreteniendo a la Orden de las Sombras para que pudiese entrar"

"........"

"¿Cómo crees que les burlé a todos?"

"¿Utilizando tus poderes?"

"Sí, pero tras mucho pensarlo... opté por hacer la entrada magistral sin brillos..."

"¿Tras pensarlo mucho?"

"Quien dice mucho..."

"Estuve peleando con un maestro asesino mientras decidías cómo entrar..."

"Xayah, cielo..."

La vastaya volvió a darle un puñetazo en el mismo hombro, lo cual provocó que diese un ligero grito. Y para empeorarlo...

Tanto Shen como Yone habían entrado en las ruinas del templo.

"Oh... el cazador de demonios..."

"Xayah..."

"Rakan, ¿estás herido?" - preguntó Shen al verle en el suelo - "¿Necesitas ayuda?"

"No, solo... el amor..."

"Ya... claro..."

"¿Qué se os ha perdido aquí?"

"Ayudar con la Orden de las Sombras" 

"No necesitábamos vuestra..." - dirigió su mirada por un momento a Rakan - "Vale, no ha sido un mal trabajo en equipo"

"Xayah, es la primera vez que dices eso"

"Rakan... ¿es que no puedes mantenerte callado por un minuto?"

"Oye, pero... ¿a dónde ha ido Zed?"

La Sombra de ZedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora