Irelia tenía a Liana, Shen a su Orden, Lee Sin a sus aprendices y Yi a los suyos respectivamente. Pero Karma no tenía tal dicha, ella era más solitaria.
A través de su círculo de reencarnación no pudo mantener seguidores firmes a su orden o discípulos. Casi siempre estaba sola...
Pero aquel día era algo distinto, tenía una esperada visita.
"Me alegro tenerte aquí, Skarner"
"Tu viniste a Targon, y te dije que algún día vendría a Jonia"
"Lo sé, pero como no te gusta viajar"
"Siempre hay excepciones"
"No he podido ir al Instituto de Guerra, ¿cómo están los demás?"
"Ekko mantiene a raya a Twitch, y yo a Corki"
"........"
"Te echan de menos"
"Lo sé, pero... desde lo ocurrido el año pasado..."
El año pasado Karma sufrió un duro golpe, tanto emocional como de fe. Y es por ese motivo que dejó de ir al Instituto de Guerra.
Skarner comprendía esto, y quizás era por ese motivo que no siguió hurgando en ello.
"Así que este es tu templo..."
"Sí, es no es tan espacioso como el de los Kinkou, pero para una sola persona se le puede hacer bastante grande"
"¿No hay monjes o cultistas?"
"En el pasado los hubo, pero el mal que ha teñido a Jonia les ha hecho irse..."
"Unas décadas duras, eh"
"Tu visita me complace, no hablemos de desgracias si te parece"
"Claro, claro..."
"¿Bebes té?"
"No necesito hidratarme, pero sí puedo beber si quiero, aunque puede que se me dificulte un poco beber té"
"¿Por qué lo dices?"
Skarner levantó una de sus pinzas, abriéndola y cerrándola. Quizás fue por el hecho de que lo dijo con cierto humor, pero a Karma le pareció una contestación divertida.
"Algo me dice que podremos solucionar eso"
"Bueno, nunca he probado el té"
"En Jonia es una ceremonia muy tradicional, Irelia también sabe"
"No tiene pinta de que sea algo que le entusiasme"
"Aún así le sale un té blanco delicioso"
"Si tu lo dices..."
"........"
"¿Karma? ¿Ocurre algo?"
La sacerdotisa se quedó por un momento mirando fijamente el pequeño estanque de su jardín, pasando varios segundos absorta.
"No, no ocurre nada..."
"........"
"Solo trataba de recordar si he alimentado a mis peces esta mañana"
"¿Te gustan las mascotas?"
"Las carpas, concretamente, aunque no sé si serán felices conmigo"
"Nada de perros o gatos entonces"
"Nunca he pensado demasiado en animales domésticos"
"¿Y qué haces por aquí para no aburrirte cuando no estás combatiendo al mal y todas esas cosas?"
"Suelo meditar con frecuencia"
"Nada nuevo"
"¿Muy aburrido para ti?"
"Te recuerdo los tipos con quienes me junto, tengo la paciencia de un santo"
"........"
"¿Tu eres una santa?"
"Teóricamente no... creo... nunca me han hecho esa pregunta"
"Ekko quiso que te lo preguntara, el tema de los dioses en Runeterra tu sabes que es un poco loco, o muy enrevesado..."
"Tampoco me consideraría una diosa"
"Humildad ante todo, eh"
"Soy algo complicado de explicar y entender, incluso yo misma tengo dificultades para ello... aunque eso no significa que carezca de orgullo..."
Estás mintiendo...
"¿Cómo dices?"
"No he dicho nada"
"Me pareció oírte hablarme... quizás sea el cansancio, ayer no dormí muy bien..."
"¿Por qué? ¿Tan poco acostumbrada estás a las visitas?"
"No, no era eso, más bien..."
Deja de mentir... deja de mentir...
"¿Karma? ¿Te pasa algo?" - preguntó preocupado - "Se te ha cambiado la cara... ¿has desayunado bien?"
"No, no tenía hambre"
"Pues eso es algo que deberías de solventar ya mismo"
"Sí, quizás deba de..."
Un fuerte dolor de cabeza le entró a Karma en aquel momento, aunque hizo su mejor esfuerzo para no reflejarlo en su rostro.
Al mismo tiempo que alguien estaba llegando a su templo con mirada firme.
Era Irelia, la Danza de las Cuchillas.
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La Sombra de Zed
FanfictionBienvenidos a este fanfic, secuela de "Las Desventuras de Gwen" y "Los Viajes de Nautilus" que contará con los conflictos que atravesarán tanto Zed como Shen en sus esfuerzos por controlar o proteger Jonia. Tanto en el presente como en el pasado. Lo...