Parte 132: Equilibrios externos

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Faey podía notar la brisa del viento en su rostro, sonriendo mientras observaba los jardines del Templo Kinkou. Para ella era una brisa única del lugar.

Se volteó para ver a su maestro, Shen, mientras se le acercaba. Lo más destacable de la chica era que una de sus piernas estaba ausente.

Tenía una especie de pata de palo de madera sustituta.

"Tu movilidad es un gran avance"

"Tardé en acostumbrarme... tardé en pelear con ella... pero encontré..."

"¿El equilibrio?"

"Me has quitado las palabras, maestro"

Habían pasado años desde que se marchó, buscando cómo seguir su camino.

Ahora, a la edad de veintinueve años, se veía totalmente preparada para continuar con su propósito encontrado.

"Maestro Shen, en mi camino he... descubierto algo..."

"¿Una potencial amenaza?"

"Sí, fue algo que oí en distintos puntos de la región"

"Ya veo..."

"........"

"Tu regreso es algo que celebrar... ¿te parece bien si te llevo con los miembros de la Orden y después me notificas?"

"Lo veo correcto..."

En la mente de Faey había una duda... hace ocho años, cuando se fue... ¿Shen le hubiese hecho ese tipo de preguntas?

No, hubiese escogido hablar de la amenaza directamente...

Pero tampoco iba a quejarse, después de todo al fin podía reencontrarse con sus maestros. Su familia. Y el primero era...

"Jajaja, claro que has crecido, por lo menos diez centímetros" 

"Maestro Tagaciiry, no es cierto"

"Claro que lo es... yo por el contrario, he encogido más, jejeje..."

"Tan animado como siempre"

"Por supuesto, cien años no son nada para mí, ¿sabes?"

"Lo sé..."

La siguiente fue Högni, la Guardiana de las Máscaras, y quien le dio la bendición para ser una kinkou hace ya tantos años...

Siempre misteriosa, pero con ese aura cercana con las estudiantes.

"Tu rostro no ha cambiado en absoluto"

"¿No ha cambiado en ocho años?"

"Tu rostro superficial tal vez... el que yo veo no... y eso me complace..."

"Si usted lo dice..."

Sonriente, se pasó por los jardines, donde Shen le presentó a la alumna a la que había estado ayudando recientemente.

"Soy Yinfeng, es un placer conocerte"

"Lo mismo digo, Yinfeng"

"Tu... ¿combates o eres de apoyo?"

"Empleo el arco y algo de combate marcial... ¿y tú?"

"Intento... intento aprender los misterios de la transportación de ki... pero es un arte que cuesta un poquito..."

"A mi también me costó lo mío"

Kennen y los estudiantes yordles fueron los siguientes, siendo que ninguno de ellos estaba en la Orden cuando Faey era estudiante.

"Guerrera Tornado, gran apodo"

"Se lo puse yo"

"Chaoyi... no empieces..."

"Solo he dicho que se me ocurrió a mi... Merit también escogió el mío"

"¿Cuál es?"

"Monje del Viento"

"Bueno... no es tan original, ciertamente..."

"........"

"¿Y tú? ¿Cuál es tu apodo?"

"........"

"Roanna casi no habla, pero la llamamos la Monja de Fuego"

"Creí... creí que eras un chico..."

"Todos dicen eso" - afirmó Rissu - "Yo soy la Tormenta Silenciosa..."

Kennen parecía divertirse un poco al ver cómo todos sus estudiantes, Faey incluida, compartían sus apodos y motes tan alegremente.

Mayym, en cambio, al ver a Faey procuró controlar un poco sus emociones.

"Faey..."

"Maestra Mayym..."

"Ha pasado bastante tiempo..."

"Me alegro de estar de regreso, y que esté bien..."

"Hay mucho que contar, muchos sucesos, peleas... han sido unos años muy revueltos para la Orden y el Ojo del Crepúsculo..."

"........"

"¿Ocurre algo?"

Faey se acercó para abrazarla, habiéndola echado de menos en todos esos años en los que estuvo viajando y auto descubriéndose.

Y una vez terminado de ver a todos es que se reunió con Shen.

"¿Estás segura?"

"Sí, maestro, ha regresado..."

"........"

"El Demonio Dorado ha vuelto..."

Esto estaba siendo observado por un pequeño muñeco de madera en forma de insecto, que transmitía todo a una misteriosa mujer.

Y junto a esa mujer se encontraba el demonio dorado... Jhin.

La Sombra de ZedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora