𝑨𝒓𝒐𝒎𝒂 𝒂 𝒍𝒂𝒗𝒂𝒏𝒅𝒂 ~ [𝙹𝚘𝚝𝚊𝚔𝚊𝚔]

Capítulo 22: [Egoísta]

⚠️ Recordatorio ⚠️ esto: °•°•°•°•°•°•°•°•°•°•° significa que narra Kakyoin, no vayáis a confundirlo con esto: *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- que es un cambio de escena. Lo recuerdo por si alguien se ha olvidado JKAJAJAJ.

Ahora sí, dentro capítulo:

- Esta es la casa - Dije, orgulloso, mostrándole al francés mi nuevo hogar - No es la gran cosa, pero es rústica y acogedora - Sonreí.

El peliblanco asintió.

- Muy linda, sí señor - Dijo, arrastrando su maleta por el camino de piedras mientras observaba la construcción. - Te veo muy alegre Jotaro, más que nunca - Dijo de pronto. La afirmación me pilló desprevenido.

- Imaginaciones tuyas - Negué, y continué andando - Aquí está la puerta de entrada - Dije, abriéndola - Esto, obviamente, es el hall; puedes dejar ahí los zapatos -

- Perfecto - Sonrió, dejando su calzado en la entrada.

- ¡Jean Pierre! - Exclamó alegre mi madre, que acababa de aparecer en el pasillo.

- ¡Doña Kujo!, ¡Cuánto tiempo! - Exclamó mi amigo, acercándose a ella para abrazarla.

- ¡Polnareff! No pensaba en volver a verte tan pronto, chico - Dijo entonces mi abuelo, que había salido del salón.

- ¡Viejo Joseph! - Se alegró Polnareff, separándose de mi madre para ir a abrazar a mi abuelo.

Observé alegremente como mi amigo se reunía con mi familia, dejando la mente en blanco de cualquier problema que me pudiera atormentar.

Finalmente estaba con mi amigo; y estaba decidido a pasar la mejor semana de vacaciones de mi vida, lejos de problemas y amarguras amorosas.

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DÍAS ANTES
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El calorcito del sol que entraba por el ventanal me resultaba agradable sobre la frente. Me encontraba apoyando sobre los codos en el escritorio de mi habitación. Supuestamente me había sentado ahí para estudiar, pero no lograba concentrarme.

¿Qué mierda hacían Jotaro y Miyamura juntos?

Me preguntaba para mis adentros esa tarde.

Se estaban abrazando... ¿Cuándo se han vuelto tan cercanos?

...

¿Y por qué me jode tanto?

No sabía porqué, pero había algo de esa relación que me hacía hervir la sangre.

Todo este tiempo había pensado que Jotaro estaba prendadito de mí, locamente enamorado... Pensaba que podía usarlo a mi antojo, cuando me conviniera, que podíamos ser amigos con derechos por un tiempo, como mis otras relaciones, y luego simplemente cortar la relación.

¿Cómo fui tan ingenuo?

Nunca antes había tenido una relación como la que tenía con Jotaro, era obvio que no podría simplemente cortar de raíz. ¿Acaso era eso lo que yo quería? ¿Cortar de raíz?

No... No quiero...

(...)

Quise salir a despejarme dando un paseo, pero despejarme fue exactamente lo que no hice.

Subí al monte de los cerezos, sabiendo que nadie me molestaría ahí arriba... O eso pensaba. Cuando alcance la cima pude divisar nada más y nada menos que al joven pelinegro.