𝐋𝐎 𝐍𝐔𝐍𝐂𝐀 𝐅𝐔𝐄 𝐘 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐒𝐄𝐀.

𝟎𝟑

AMARGURA.❀

Entonces, de un momento a otro, todo se vuelve amargo. Incluso los atardeceres que parecen pintados por finos pinceles, ya no parecen llamativos y deseas estar debajo de una cobija caliente, huyendo del mundo y de la felicidad que otros tienen.

Porque todo empieza a recordarte algo, o a alguien. Sea esa persona con la que tuviste que romper un vínculo vicioso, un amigo que se fue o un ser querido que no volverá. Cuando es reciente, estás perdido en una nube gris que merodea como un ladrón en algún callejón, pero es peor entender que los días pasarán.

Y aunque pasen, ya lo que debió haber sido, no será, porque debía ser en aquel entonces, o al menos eso era lo que yo creía bajo la ignorancia e inmadurez de la amargura que me agobiaba cada día cuando recordaba a esa persona incluso en las cosas más mínimas. En un parque, biblioteca o alguna clase.

Pensaba, "¿pudo haber sido diferente?" Cada vez que veía una película romántica o leía un libro, me hacía esa misma pregunta. Intentaba refugiarme en otras cosas, (no tóxicas) cabe recalcar que solemos refugiarnos en lo que nos haga olvidar esa difícil decisión de quiebre, del vínculo con alguien con quien parecíamos imaginar miles de ilusiones llenas de amor.

Porque no había nada peor que dejar ir, ya que eso no significaba que dejabas de sentir algo. Y pasa, a veces le damos el amor a la persona incorrecta y está bien, porque algún día llegará la correcta. Tal vez no fue eso, "tal vez era la persona, pero no el tiempo". ¿Has oido eso? Yo me refugié en esa palabra y me di cuenta que el tiempo no se detenía, que no podía sentarme a esperar el momento correcto.