Epilogo

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Disclaimer: no soy dueña de nada excepto la historia y algunos personajes.

Capítulo 25: Epilogo

Bella pov:

"Yo se tu secreto"

"Eres igual a mi"

"Mi sangre corre por tus venas"

Todo lo que me dijo no me lo he podido sacar de la cabeza.

Pero no era cierto ¿verdad?

Yo no soy como él.

Nunca lo seré.

Eso fue solo un error.

Amor pasa algo?- me pregunto Edward entrando a mi habitación.

No, nada- conteste sintiendo como se sentaba a mi lado y pasaba un brazo por mis hombros pero en ningún momento lo mire, mantuve mi mirada fija en el suelo.

Sigues inquieta?- pregunto.

No, es solo que... estaba pensando- le respondí.

Sabes que cuentas conmigo- dijo. Yo no le conteste y el acostumbrado simplemente se levantó y se marchó a cazar porque sus ojos se estaban volviendo negros o eso creo.

Había pasado un mes desde que encerramos de nuevo a Lucifer en su jaula. Todo volvía despacio a su normalidad, excepto por los fallecidos. El virus croatan se iba extinguiendo poco a poco y con la ayuda de brujas que sobrevivieron borraron todo rastro de las mentes humanas.

Pero aunque muchos hicieron como si nunca hubiese pasado y siguieron con sus vidas, yo fui la única que no pudo. Todos los Cullen o los que quedaron volvieron por Edward. Cuando Alice supo lo que paso con Jasper quedo destrozada y ahora es el mismo zombi que yo era cuando Edward se fue.

Emmett se acostumbró a vivir sin Rosalie pero la extrañaba.

Los Winchester se quedaron con nosotros.

Los Rochester se asociaron con los Denali y nos visitaban de vez en cuando.

Aunque los Cullen estuvieran aquí, nosotros habíamos hecho nuestro propio clan. Constaba de Dan, Aria,  Nathan, Mía, Mecha, Manu, Castiel (se quedó con nosotros al ser desterrado del cielo), Cass, Cristian, Deán, Sam, Hannah, Mason y yo haciéndonos el clan más poderoso derrocando a los Vulturi.

Pero yo no puedo más.

Me levante de la cama y camine hacia el espejo.

Desde aquel maldito día algo en mi había cambiado y hoy lo había sentido.

Vi en el espejo como un vapor celeste salia de mí.

Todo cambio y ya no sentía nada.

Ni tristeza, ni felicidad, absolutamente nada.

Ya no formaba parte del clan.

Ya no era Isabella Marie Swan.

Ya no era Isabella Rochester.

Tampoco Luna Isabella.

Sentí la hora de aceptar mi legado.

Era la hija de Lucifer.

Era un demonio.

Y nada lo cambiaria.

Usando mis poderes de ángel desaparecí del cuarto.

Lo último que vi fue mi reflejo y mis ojos totalmente azules.

Puesto que mi alma cambio.

Se retorció haciéndome un demonio.

Pero no un demonio cualquiera por eso mis ojos no eran negro.

Yo era la nueva reina del infierno.

Vivir sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora