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𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟎𝟐: 𝐒𝐔𝐏𝐋𝐈𝐂𝐈𝐎


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𝘼𝙍𝘼𝘿𝙄𝘼 𝙎𝙑𝙀𝙉𝙎𝙎𝙊𝙉


Abrí los ojos de golpe mirando a mi alrededor viendo a la gente tan tranquila, tan calmada, ajenos a la catástrofe que se había producido en mis sueños.

Mi mirada desconcertada viajó al rastro de cada uno de los pasajero, desde esa chica que guardaba su libro con total calma, hasta ese bebé que se iba en brazos de su madre deteniéndose en la mirada de ese chico cuyo semblante se encontraba totalmente serio.

Un enorme escalofríos recorrió mi espina dorsal cuando su mirada chocó con la mía, apreté con fuerza el pasamanos que se encontraba delante de mí debido a los nervios que me producía el contacto visual que estábamos teniendo.

—¿Señorita, se encuentra bien? —Con un poco de confusión mire al señor que me había sacado del pequeño trance en el cual me encontraba, su rostro lucía cansado, su pequeño rostro arrugado y su barba blanca, lucía como una réplica exacta del profesor Albus Dumbledore y Santa Claus. —¿Señorita? —Acercó un poco su cara a la mía examinándome.

—Ohm..., si. —Solté de manera veloz el pasamanos intentando recobrar la compostura. —Lo siento, es solo que..., —Continúe parloteando, tratando de no mirar hacia aquel asiento, pero fue realmente inútil, mis traviesos ojos decidieron ignorarme mirando hacia donde se encontraba el chico provocando una confusión en mi pues el asiento se encontraba totalmente vacío.

«¿A donde había ido?»

Mire de nuevo al pequeño anciano que me miraba preocupado.

—¿Segura se encuentra bien? —Pregunto nuevamente mirando hacia donde yo había dirigido la mirada. —Puedo llamar a alguien, algún familiar o alguien que venga recogerla.

—No, no se preocupe. Estoy bien, solo estoy algo cansada por el viaje, tenía mucho tiempo que no hacía un viaje tan largo —Tome mis cosas de manera rápida y me levanté del asiento. —Disculpe las molestias ocasionadas señor...

Él sonrió para luego contestar.

—Keller, Thomas Keller para servirle señorita Svensson. —Le regale una pequeña sonrisa mientras tomaba mis cosas para salir del tren.

Mi mente estaba tan metida en el chico del tren que no me había percatado de donde estaba parada en estos momentos, mire a mi alrededor con cierta nostalgia, había extrañado con locura este lugar, a pesar de todas las cosas terribles que habían ocurrido en el pasado, mi vida sin duda alguna había sido un infierno en este lugar pero eso no quería decir que no echara de menos el lugar que me vio crecer y que por supuesto, me vio partir.

Club 39: Teaser (Renewing)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora