En un intento por armar un rompecabezas de su infancia y salir del abismo en el que se encuentra sumergida, Aradia Svensson decide regresar a su pueblo natal donde se percata que absolutamente todo ha cambiado y descubre que todo el pueblo de Foxvil...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
♥
𝘼𝙍𝘼𝘿𝙄𝘼 𝙎𝙑𝙀𝙉𝙎𝙎𝙊𝙉
El trayecto a casa fue realmente tranquilo, aunque varias personas me miraban extraño, quizás era por el simple hecho de que lucía como un pollito remojado, o tal vez, también porque mi cara a estas altura debía estar echa un completo asco, pero la verdad era que eso no me importaba, realmente ahora mismo cómo me veía era el menor de mis problemas. Lo único que quería en este preciso momento era llegar a casa, tomar una ducha tibia, una rica taza de café y dormir aunque sea solo diez minutos.
—Gracias —Agradecí con una sonrisa al chofer del bus mientras bajaba de este.
Camine un par casas más hasta llegar a mi hogar.
Rogaba de todo corazón en este momento que mi mejor amigo se encontrara dormido, no quería tener que explicarle porque razón, motivo y circunstancia me encontraba entrando a la casa a esta hora y en este estado, no tenía ánimos de hablar, mucho menos de dar explicaciones.
Un enorme alivio recorrió todo mi cuerpo al abrir la puerta, Adam aún se encontraba en la cama por lo que rápidamente entre a la casa, cerrando la puerta tras de mi, deje mi mochila en su lugar adentrándome de una vez por todas al baño de invitados, hice una mueca cuando mire mi reflejo en el espejo.
Soy un completo desastre.
«Ni me lo digas».
Suspire.
Con parsimonia quite toda mi ropa, quedando completamente desnuda, entre a la ducha, y suspire de alivio cuando el agua tibia cayó en mi cuerpo reconfortándome por completo. Estaba agotada y no solo por lo que había vivido el día de hoy, sino también por todo lo que había estado ocurriendo estos últimos días.
Estaba confundida, no sabía si todo lo que vivía día con día era real o era simplemente alucinaciones producto de una monomanía.
Quizás, solo quizás sea una demencia debido a mi traumático pasado.
«Pero es que se siente tan real todo».
Y así era, solo que yo no quería verlo.
Al terminar de ducharme envolví mi cuerpo en una toalla, tome la ropa mojada que se encontraba en el piso y salí del baño, tomé la mochila que seguía empapada, coloque algo de música con la intención de despejar la mente para luego dirigirme al cuarto de lavado.
