En un intento por armar un rompecabezas de su infancia y salir del abismo en el que se encuentra sumergida, Aradia Svensson decide regresar a su pueblo natal donde se percata que absolutamente todo ha cambiado y descubre que todo el pueblo de Foxvil...
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Estas semanas habían sido una enorme tortura para mi, no podía parar de sentirme como una basura, no podía parar de llorar, ni tampoco podía dejar de hacerme daño a mi misma.
Las pastillas para dormir ya no hacían el efecto que se supone debía hacer, los cortes en mis muñecas no me hacían sentir de la manera que debería y los libros que tenían en el inmenso estante que había en la habitación no ayudaban a calmar la ansiedad que estaba teniendo en estos momentos.
«Estás completamente jodida, Svensson»
Demasiado, diría yo.
Empecé a llorar cuando un cálido cuerpo hizo contacto con el mío aferrándome a él por completo, sabia de quien se trataba por eso no dudé ni un solo segundo en desplomarme, necesitaba de manera desesperada drenar todo, necesitaba de manera desesperada no sentirme sola.
—Ya no quiero seguir respirando —Sollocé.
Todo lo que había ocurrido semanas atrás me había marcado por completo.
Eso, aunado a lo que aconteció en el pasado hacían ver que mi vida en estos momentos pareciera una trágica novela escrita por una persona cuya vida es tan catastrófica que sin duda alguna debía refugiarse en la escritura para escapar de su patética realidad.
Todo era una pesadilla, mi vida era una mierda, todo, absolutamente todo, era una jodida mierda de la que parecía no haber escapatoria alguna.
—Te prometo que todo va a estar bien, Pequeña —Respondió aún con sus brazos alrededor de mi cuerpo.
Sin duda alguna esto era lo que necesitaba.
Pedía a gritos a alguien que me dijera que todo iba a estar bien, alguien que me dijera que no debía preocuparme por nada, alguien que de algún modo me hiciera sentirse tranquila, alguien que me hiciera sentir en paz, y aunque se dijera muchas cosas terribles de ellos, la realidad era que él es una persona bastante dulce y sin duda alguna de los tres hermanos era el más puro.
