En un intento por armar un rompecabezas de su infancia y salir del abismo en el que se encuentra sumergida, Aradia Svensson decide regresar a su pueblo natal donde se percata que absolutamente todo ha cambiado y descubre que todo el pueblo de Foxvil...
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𝘿𝙔𝘼𝙉 𝘿'𝘼𝙎𝘾𝙊𝙇𝙄
El exquisito sabor a Dalmore hizo un recorrido por mi garganta mientras tomaba asiento en mi escritorio, coloque el vaso encima de este y tomé el sobre que se encontraba a un lado del mismo. Empecé a leer detenidamente la información que se encontraba plasmada en los papeles que yacían en mis manos absorbiendo toda la información posible. Suspire dando otro sorbo a mi trago, intentado poner en orden las ideas que galopaban por mi mente, en el proceso tome el portarretrato que se encontraba postrado al lado derecho de mi escritorio mirando la foto detenidamente, una ligera sonrisa apareció en mi boca cuando lo ocurrido esta tarde había hecho acto de presencia en mis pensamientos.
Sin duda alguna ver su cara había alegrado por completo nuestro día a pesar de toda las cosas que estaban ocurriendo a nuestro alrededor.
—Vaya... hacía mucho que no estaba en este lugar. —Hablo recostándose en el marco de la puerta contemplando todo a su alrededor, mi hermano mayor se acercó hacia donde se encontraba colocando su brazo alrededor su cuerpo dándole un ligero abrazo.
Sonreí ante ese gesto.
—Lo sé, no puedo creer que estés nuevamente aquí con nosotros. —Respondió Darién con una gran sonrisa en su rostro.
Ambos sonrieron y por primera vez estaba empezando a sentir que todo era como en los viejos tiempos.
—No quiero interrumpir el momento romántico que tienen de mejores amigos por siempre, pero debemos hablar de lo que ocurrió hoy en la tarde con la chica. —Dijo Deian entrando a la habitación.
—Ja, ja, muy gracioso. —Soltó Aim. —Estas celoso porque el idiota de mi hermano no vino a verte.
Una pequeña sonrisa apareció en mis labios al escucharlo decir eso, sin duda alguna era un golpe bajo para mi pequeño hermano.
Deian colocó una de sus manos en el corazón fingiendo dolor.
—¡Ouch, Ambrose! Eso realmente dolió. —Soltó mi hermanito con una pequeña sonrisa sentándose en su escritorio.
Rayos, sí que extrañaba estos momentos.
—¿Ya terminaron de besuquearse? —Pregunte al ver que ya habían tomado asiento en sus respectivos lugares.
Tome la botella de Dalmore sirviendo un poco para nuestro amigo, para mi pequeño hermano y por supuesto para mí mismo.
—Hablo el que tiene medio siglo sin ver a su mejor amigo. —Soltó Aim divertido.
