En un intento por armar un rompecabezas de su infancia y salir del abismo en el que se encuentra sumergida, Aradia Svensson decide regresar a su pueblo natal donde se percata que absolutamente todo ha cambiado y descubre que todo el pueblo de Foxvil...
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Las semanas habían transcurrió a pasos sumamente veloces, y debo decir que en estos días me había sentido totalmente tranquila debido a la enorme y grata compañía que me había brindando mi mejor amigo en estos momentos, las pesadillas y las situaciones extrañas que me estaban ocurriendo habían disminuido bastante, ya no sentía esa extraña sensación de ser asediada, ni me sentía nerviosa por alguna extraña razón y eso era bastante bueno.
Adam había regresado a la ciudad ya que solo había pedido un corto permiso para venir a ver cómo me encontraba, apenas había pasado un día desde su partida y yo estaba aquí en el bar sintiéndome sumamente triste, de verdad necesitaba muchísimo de él, era el único que podía calmarme y por supuesto era el único que sabía cómo ayudar a controlar mis emociones.
Sonreí cuando una pequeña pelinegra se posiciono tras de mí regalándome un pequeño abrazo seguido de una galleta con chispas de chocolate y entonces acercándose un poco a mi oído habló:
—¡Come on, Arad, we wanna say goodnight to you!
La música retumbó mis oídos haciendo que una enorme sonrisa se postrara en mis labios dejando la malteada un lado.
Casi sin pensarlo la pequeña pelinegra tomo mi mano halándome en medio del bar central casa blanca empezando a bailar y cantar al ritmo de la música, mire a nuestra rubia amiga que dejaba a un lado las copas que se encontraba secando, para luego acercarse a nosotras con una sonrisa a la vez que cantaba y bailaba.
Mentiría si negara lo agradecida que me encontraba con la vida por poner en mi camino a este par de chicas totalmente desequilibradas, cuando estaba con ellas en momentos como este me sentía realmente bien, me sentía como en casa, me hacían sentir realmente afortunada, y por supuesto me hacían sentir aliviada.
—Go home, get ahead, light-speed internet i don't wanna talk about the way that it was, leave America, two kids follow heri don't wanna talk about who's doin' it first.
Al terminar la canción nos miramos con una sonrisa, habíamos cantando la última parte la canción al unísono y eso sin duda alguna fue realmente divertido, ambas chicas se acercaron a mi dándome un abrazo.
