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𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟐: 𝐂𝐎𝐍𝐅𝐔𝐒𝐈Ó𝐍


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𝘼𝙍𝘼𝘿𝙄𝘼 𝙎𝙑𝙀𝙉𝙎𝙎𝙊𝙉


—¡Mierda! —Las suelas de mis botas derrapan cuando pongo un pie fuera de la casa causando un pequeño susto en mí, por poco caigo como una ballena al helado asfalto.

La madrugada de hoy se volvió una total locura cuando al salir del club unas cuantas micro gotas congeladas hacían acto de presencia en nuestro campo visual, haciendo estremecer a más de uno en la fría calle de Saturn, nos encontrábamos a principios de noviembre por lo que la época invernal se acercaba de manera casi imperceptible en el pueblo. Eran las cinco en punto de la mañana cuando había tomado la decisión de quitarle las llaves de casa blanca a Devon, aunque me daba vergüenza abrir de forma irrespetuosa su mochila no tenía más opciones, necesitaba emerger de la cama y escapar de las cuatro paredes en las que segundos atrás me encontraba encerrada, pero sobre todo necesitaba de manera desesperada estar aunque sea un par de minutos sola.

Algo andaba realmente mal en este lugar, desde que puse un pie aquí todo era insólito, y de alguna manera confuso para mis ojos, las pesadillas eran cada vez peores, las cosas que sucedían a mi alrededor eran enigmáticas y la gente con la que me topaba en el camino eran extrañas por no decir otra palabra.

Mire mi delgada silueta que se reflejaba de manera casi invisible en ventanal del local, estaba totalmente cansada, y sinceramente a estas alturas del partido deseaba tirar la toalla, deseaba cerrar los ojos y no despertar por un par de horas, o quizás, nunca, la cabeza iba a explotarme en cualquier segundo, sentía como poco a poco todo iba consumiendo de alguna manera mis energías.

Di un último suspiro cuando baje la última silla que se encontraba arriba de la mesa frente a mí, disponiéndome a entrar nuevamente al local, para preparar el café antes de que los clientes empezaran a llegar. Me queje cuando al tomar mi camino hacia la puerta del local un fornido cuerpo chocó contra el mío haciéndome caer, terminando de poner mi malhumor al tope.

—¡Rayos, fíjate por donde caminas, menudo imbécil. —Vocifere con toda la cólera del mundo, mientras sobaba mi trasero, que se encontraba algo empapado debido al húmedo y frío clima que adornaba el pueblo de Foxville.

Un enorme escalofrío recorrió por todo mi cuerpo haciendo que me estremeciera por completo cuando su mirada atravesó la mía sin previo aviso.

Trague grueso al ver de quien se trataba.

Club 39: Teaser (Renewing)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora