En un intento por armar un rompecabezas de su infancia y salir del abismo en el que se encuentra sumergida, Aradia Svensson decide regresar a su pueblo natal donde se percata que absolutamente todo ha cambiado y descubre que todo el pueblo de Foxvil...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
♥
𝘼𝙍𝘼𝘿𝙄𝘼 𝙎𝙑𝙀𝙉𝙎𝙎𝙊𝙉
El calor era sofocante, mi respiración era totalmente inestable, mi corazón latía a mil por hora y yo solo estaba ahí sentada en la cama agradeciendo a dios porque todo había sido una completa y horrible pesadilla.
Tumbe mi cuerpo hacia atrás tomando una enorme bocanada de aire, esto iba a ser más difícil de lo que imagine, me estaba empezando a arrepentir de haber regresado pero ya no podía mirar atrás, había puesto todos mis ahorros en esto con el simple fin de regresar y averiguar lo más mínimo de mi pasado, no podía simplemente dejar todo tirado así como así.
—Ya no hay vuelta atrás, Aradia. —Apreté las sábanas con toda la fuerza que mi cuerpo podía tener. —Debes ser fuerte.
Tomé mi teléfono celular observando la hora que marcaban las cuatro de la madrugada, dentro de una hora debía dirigirme al lugar donde trabajaría por lo que decidí preparar un café, tomar una ducha, y prepararme para estar lo más temprano posible, quería ser puntual, quería dar una buena impresión.
Me levanté de la cama y me dispuse a bajar a prepararme un café, mientras la cafetera hacía lo suyo dirigí mis pies hacia la nevera tomando la leche y unos huevos, para luego ir a la despensa, y tomar la bolsa de pan junto con la sal y la pimienta. Normalmente primero tomaba una ducha antes de prepararme el desayuno pero esta vez sería diferente, deseaba que así fuera por lo menos por un par de segundos.
Tomé mi taza de café a medio tomar para dirigirme al segundo piso, di un pequeño sorbo, y coloque la taza encima de mi mesa de noche para dirigirme al baño, suspire cuando me observe en el espejo, me veía terrible, las ojeras de panda eran demasiado notorias, tanto que estaba segura que no podía pasarlas desapercibidas con tan solo un poco de corrector. —Ya veré que hacer con ustedes dos después de ducharme. —Normalmente amarraba mi cabello en una coleta pero hoy opte por bañarme de pies a cabeza, abrí la regadera relajando mi cuerpo al sentir las gotas de lluvia artificial caer por encima de mi cuerpo, el agua tibia chocando con cada parte de mi piel era extremadamente satisfactorio. Tomé el shampoo que se encontraba al frente, aplicando un poco en mi cuero cabelludo, después de sacarlo aplique un poco de acondicionador y por último enjabone mi cuerpo.
Sequé todo mi cuerpo al salir de la regadera disponiéndome a cepillar mis dientes, y a alisar mi cabello con el secador para luego peinarlo, no quería arreglarme tanto, solo quería tapar esas incesantes ojeras que cubrían los alrededores de mis ojos, por lo que opte por aplicar más de lo normal corrector finiquitando con un poco de polvo y un poco de rubor, aplique lip gloss a mis labios y cuando por fin me vi medianamente decente decidí salir del baño.
