En su Universo es tan complicado ser "persona", debes tener una buena cantidad de dinero o... todo se vendrá abajo para ti y tu familia si llegas a tenerla. Su mundo es injusto, raro y simplemente cruel.
Su inocencia esta siempre allí, nunca sale de...
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ੈ₊˚༅༴│PrimerBeso.
Muy seguramente se piensa que la Mafia es difícil y complicado, pues si, va por ese camino. Sin embargo, era como jugar a las escondidas y la mancha: Escóndete para que no te encuentren y descuartizen tu cuerpo. Y corre para que no te alcanzen los balazos.
Ella suspiro, estaba cansada física y mentalmente. Caminaba a pasos silenciosos por los pasillos de su enorme hogar para dirigirse a la oficina de su padre quien había vuelto de su último viaje.
Tocó la puerta tres veces como la típica, escucho el "pase" y pronto entró cerrando luego la puerta detrás suyo. La oficina estaba poco iluminada, a su padre no le gustaba mucho la luz o el sol.
—(T/n).—Fue lo primero que se escucho con una grave y profunda voz. La mencionada se acercó frente al escritorio de su padre tomando asiento en una de las sillas de allí.
—¿Si? ¿Para qué me has llamado?
—Necesito que me digas tu respuesta.
—Padre...—Musitó ella entre dientes, no queria hablar de este tema.
—Tengo en cuenta lo que dijiste, pero necesito que me digas una respuesta coherente y fácil de entender.
—No lo sé.
—Te he dejado pensar por mucho tiempo, mi niña. Quiero que heredes todo mi poder en la Mafia y tengas un descendiente para que herede tu poder cuando sea tu hora.—Explicó.—No quiero poner a tu hermanastro menor como heredero, lo sabes.
—Lo sé padre, pero no estoy segura de poder controlarlo.—Intentaba no aceptar, no podía ser parte de la Mafia y parte del lado de ser un "héroe".
—Podrás hacerlo... Tu controlas todo lo que se enfrente, eres buena en eso.mi niña... Necesito que heredes todo mi poder cuando sea mi hora, ¿quedó claro? Necesitoquelohagas (T/n).
La mujer paso saliva por su garganta, no teniendo más opciones. Dió un asentimiento y levantarse de su asiento.
—Lo prometo... Heredaré todo cuando sea tu hora, papá.—Afirmó verbalmente para luego sin esperar una respuesta se dirigió a la puerta y salió por esta en silencio.
[. . .]
Ella pateó con fuerza la cabeza de una anomalía agresiva, torciendo su cuello y dejándolo inconsciente, seguía vivo por los pelos. Sintió dolor en su espalda, pero no hizo nada, solo ató con telarañas a la anomalía para tirarla al portal; seguido de eso, ella entró en el portal.
