En su Universo es tan complicado ser "persona", debes tener una buena cantidad de dinero o... todo se vendrá abajo para ti y tu familia si llegas a tenerla. Su mundo es injusto, raro y simplemente cruel.
Su inocencia esta siempre allí, nunca sale de...
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ੈ₊˚༅༴│Operación: Salvaralos Civiles.
Hobie fue el primero en avanzar de manera casi impulsiva como su actitud, se elevó su brazo mientras su guitarra se ponía frente a su propio cuerpo para que una púa comenzará a tocar las cuerdas del instrumento y no tardar mucho en romper el estorboso campo de fuerza violenta que estaba en el camino.
Una entrada épica.
Típico de Hobie Brown.
(T/n) avanzó con normalidad, quedando detrás del chico puertorriqueño quien al sentir que le hacían sombra giró lentamente para mirar hacia arriba viendo a la mujer rusa que parecía verle hasta el alma.
– Hola... (T/n).
Saludó nerviosa Gwen al ver como miraba al niño puertorriqueño, la rusa le habia hablado a Gwen sobre lo peligroso que era acercarse a Miles Morales y ella desobedeció el pedido de la pelinegra.
– Luego hablaremos de esto, Stacy. Su voz fue profunda mientras miraba al frente, allí estaba la anomalía.
LaMancha.
Que nombre más pedorro pero bue', que sea lo que él quiera. Hobie y Pavitr estaban jugueteando como siempre, Miles solo estaba aún estaba algo asustado por la rusa que era mucho más alto que él y confundido por el acento cockney del británico.
– ¿Ese es el de la 1610? Preguntó señalando al mencionado mientras rodeaba el hombro y cuello del hindú de manera bromista.
– Oye.. ¿tu si le entiendes? Inquirió Miles hacia Gwen pero la presencia de la mayor la volvió a asustar dando un brinquito más alejado.
Pronto volvieron a intentar atrapar a la anomalía de manchas para contenerla pero (T/n) no veía muy posible eso, esa anomalía podía sacar agujeros de teletransportación hasta por el culo.
Literalmente.
– ¡Oye Hobie, gracias por romper el escudo! Agradeció en voz alta Pavitr quien intentaba acercarse a La Mancha saltando de escritorio a escritorio gracias a un impulso del nombrado.
– Ah.., yo... lo.. afloje. Intento darse crédito el menor al sentirse ajeno mirando a los demás Spider's balancearse con ayuda de telarañas.
– Un consejo... Usa las palmas no los dedos. Dijo el británico acercándose a él con sus manos arriba. – Aish, ¿y se traje qué? ¿qué le sangran las axilas? – Preguntó en un toque burlón mirando a los demás.
