ᬽ⃟Capítulo 22⃟ੈ₊

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Detesta los medicamentos con sabor a alcantarillado o un dulce-salado tan repugnante

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Detesta los medicamentos con sabor a alcantarillado o un dulce-salado tan repugnante. Era como una niña pequeña haciendo berrinche y negándose completamente a todo.

Sin embargo, los primeros días estuvo en cuidados intensivos. Estaba dormida, tenia puesto alrededor de su boca y nariz una máscara de oxígeno, su respiración estaba estable y calmada indicando su sueño reparador.
No despertaba hace más de una semana en realidad, media sociedad arácnida estaba preocupada por aquella mujer rusa; especialmente Hobie. No le permitieron entrar por la sensibilidad de la fémina, el sentido arácnido de ella estaba tan sensible que cualquier Spider que entrará la despertaría. Exactamente por eso, solo podía entrar Miguel pqra aplicarle los medicamentos y demás.

Hobart suspiró profundamente mirando a través de una ventana a su exnovia quien dormitaba en aquella camilla que se veía como la cosa más cómoda del mundo.
Tenia sus manos en los bolsillos de su chaqueta, estaba algo inquieto ya que le urge entrar todo el tiempo pero siempre es descubierto o le prohíben la entrada apenas lo ven entrar a la enfermería. Sus ojos estaban dormidos como siempre, las ojeras en un poco más grande de lo que usualmente tenia y estaba cansado de tener que admirar desde afuera en ves de directamente tocarla y sentirla de nuevo.

Su rostro era cansado y estresado, miraba con un rostro como si estuviera aburrido pero en realidad solo admiraba a la mujer del otro lado de la ventana. La rusa llevaba puesto una ropa suelta para su comodidad mientras estaba descansando, sus ojos cerrados y aquella máscara de oxígeno en su rostro que hacia que estuviera estable y libre de falta de oxígeno. Su pecho subía y bajaba lenta pero perfectamente dando a entender su estado.

Pasaba horas y horas viéndola desde la ventana que los separaba, no dejaba de verla e incluso tenian que sacarlo a la fuerza de la enfermería cuando ya creían que era demasiado tiempo. La sensación de remordimiento y culpa en su estómago se alojaba con tanta fuerza que podía sentir que iba a vomitar de mil colores asquerosos.
A veces lloraba en silencio frente a la ventana, se culpaba por todo lo que dijo e hizo para hacerle daño a la mujer que realmente amo y que no fue un juego, fue enserio. No hay disculpas que perdonarán sus acciones y palabras pero al menos queria seguir teniéndola a su lado y cuidarla. La amaba de la manera más asquerosa pero a la vez hermosa que podía pensar, realmente era un idiota total y lo aceptaba por completo y no lo negaba ni una vez.

Miró a su alrededor cautelosamente, no habia moros en la costa y las cámaras no miraban en su dirección. Tragó saliva con ansiedad carcomiendo su cuerpo para pronto moverse con rapidez a la puerta de la habitación donde ella estaba, entró en solo unos segundos mirando a sus lados. Camino lenta y sigilosamente hasta la ventana para cerrar las cortinas y tapar todo rastro de que entró a escondidas.

Suspiró de alivio, miro a la rusa que estaba tan cerca suyo. Camino a paso lento, intentando no hacer ruido al caminar hasta que quedó a su lado en la camilla, se veía tan vulnerable y bonita al dormir. Se inclinó para verla y acercó una de sus manos a ella, sin embargo su sentido arácnido se activo enseguida. Se alejo de repente de ella, se habia olvidado que ella lo podría sentir por su sensibilidad.
Se volvió a acercar pero esta vez no la tocó, solo se sentó a su lado en una silla de la habitación.

ClassicPunk ₊ੈ「 Hobart "Hobie" Brown x ReaderFem 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora