En su Universo es tan complicado ser "persona", debes tener una buena cantidad de dinero o... todo se vendrá abajo para ti y tu familia si llegas a tenerla. Su mundo es injusto, raro y simplemente cruel.
Su inocencia esta siempre allí, nunca sale de...
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ੈ₊˚༅༴│Sangre, Furia, Rabia e Impulso.
Sus ojos fueron cegados por una luz brillante, tal vez las luces que hace tiempo no veía en un evento de gala. Jadeó cansada de tener el corset tan apretado a su cuerpo, miro a su alrededor bastante exhausta y con un rostro que mostraba que habia comido ni dormido como debería.
Caminó por los largos pasillos del salón, en busca de algo que no sabia que era. Su mente habia estado sumamente pérdida estas dos semanas, tanto Miguel como Jessica lo habían notado y la afroamericana fue la más preocupada al notar como comenzaba a fallar en casi todas las misiones ordenadas por el mexicano, la rusa ya no podía cumplir una sola misión sin tener algún refuerzo que la ayudará.
En este momento, ella estaba en una fiesta de gala a la que fue invitada junto a su familia. Estaba exhausta, estaba adolorida y estaba hambrienta pero cada vez que veía comida le daba unas fuertes arcadas las cuales a veces llevaba al vómito incontrolable, lo único que expulsaba al vomitar era ácido estomacal o agua... Su cuerpo se movía lentamente, como si estuviera en una edición, la pereza y malestar abundaba su cuerpo.
Sus sentido arácnido reaccionó tarde cuando una mano se posó en su hombro, la menor se giró sobre sus tacones con lentitud para ver a su madrastra, Carol.
– ¿A dónde vas? Inquirió ella.
– ¿Al.. Al baño? Dijo la pelinegra claramente mintiendo por su tono inseguro de como habia respondido.
– (T/n), no puedes irte a cualquier lado de nuevo. – La sujetó de la muñeca con suavidad para evitar que ella se fuera, Carol notaba que la rusa menor nisiquiera parecia estar escuchándola del todo. – Niña, me estas preocupando.
– ¿Por qué...? Estoy bien. La manera en que hablaba era lenta, las energías por el suelo del infierno y algo temblorosa.
– (T/n), hace más de un mes comenzando a estar... así. – Señaló todo el cuerpo de la menor, ella parpadeó lentamente. – Dime porque estas así...
– Estoy bien.
– No, no lo estas. Tal vez tu padre no se de cuenta por lo idiota y maricon que es pero yo si... Por favor, dime que suced- – Sus palabras fueron interrumpidas cuando la contraria se tambaleó y casi cae, Carol la atrapó justo a tiempo notando que la contraria estaba muy fuera de sí. – Ay, dios.
En poco tiempo la llevo a uno de los baños del salón de la fiesta, la sentó sobre la tapa del retrete de uno de los cubículos. Carol suspiró cansada ya que la contraria pesada bastante para ella. Vio a la bailarina recostarse contra la pared del cubículo, sus ojos cerrados como si se hubiera dormido, su cuerpo temblando levemente y al parecer estaba sudando frío. Carol se acercó para apoyar de manera leve su mano en la frente ajena, notando que estaba hirviendo en fiebre.
– Ay, madre de-... – Por instinto miro a sus alrededores, sin saber que hacer. – Y-ya vuelvo.. no te muevas de aquí, ¿de acuerdo?
No recibió respuesta pero tampoco dejo que se la diera cuando salió casi corriendo del baño en busca de alguna bolsita de hielo que pueda ponerle en la frente a la menor. (T/n) sintió sus ojos arder, jadeo adolorido cuando su estómago se revolvió y su cabeza dio una fuerte resaca como si hubiera tomado alcohol. Sus ojos se abrieron lentamente, su corazón latía con fuerza y un gran nudo se formó en su garganta mientras por inconsciencia se levantaba un poco tambaleante de su asiento en el baño, caminando con inestabilidad fuera del baño y por los pasillos del salón de fiestas.
