Una historia de engorde y experimentación

12.- La subasta

La mañana siguiente, el Señor junto con sus asistentes llevaron a cabo ciertas labores para preparar a la chica antes de llevarla al lugar acordado de la subasta.

Primero, comenzaron a darle otro buen baño para que fuera fresca al gran evento; de paso, le quitarían ese gran tubo que tenía puesto en el a*o para así eliminar cualquier tipo de sospecha de que la hayan alimentado por ahí. A continuación, le colocaron otra vez su bata; pues por lo visto, no le entraría ninguna otra prenda de vestir ya que esta le quedaría sumamente apretada. Luego de vestirla, nuevamente le inyectaron las bolsitas de suero calóricas en todo su cuerpo (dos en su brazo derecho e izquierdo, dos en su gran barriga, que actualmente se encontraba llena de royitos de grasa, y en ambas piernas). Finalmente, el Señor le adaptó un mecanismo a la silla de ruedas; dicho mecanismo se encontraba en el cabezal de la misma y consistía en un tipo bozal que le obligaba a abrir la boca mientras llevaba puesta una botella grande de 5 litros cargada del líquido calórico de la máquina "comigorde 6,000" más un toque especial de mega calorías y carbohidratos incluidos por el Señor.

Una vez que colocaron a la chica en la silla de ruedas, el Señor, le ajustó ese mecanismo en su pequeña boca para que se fuera tomando más calorías durante su transcurso de ida a la subasta. De paso, el Señor admiraba como había quedado su "gran obra maestra" que le prometía ganar mucho dinero.

Shinder: (lidiando con la botella que tiene en la boca pasando trago por trago).

Señor: -Pero que magnífica te vez 😍😍😍🤩🤩😘😘. Estás tan grande y rechonchita que casi me da una lástima de someterte a una subasta. Pero, un trato es un trato 😮‍💨🫡😎😎.

Señor: -¡Los millones nos esperan! 🤑🤑🤑.

Luego de admirar a la chica, el Señor procuró vendarle los ojos para que no pudiera ver nada y fuera tranquila y sumisa durante el recorrido. Acto seguido, les indicó a sus asistentes que metieran a la chica al camión de remolque procurando que fuese dentro del remolque y sujetandola fuertemente tanto la silla de ruedas y componentes de sus bolsitas calóricas como a su vez a la chica, para así, evitar algún peligro o fuga que ella misma pudiera realizar.

A continuación, metieron 20 paquetes cuyo contenido eran las botellas caloricas de 5 litros cada una. Dichas botellas eran fundamentales en el plan en caso de que la chica lograra ganar en la subasta que le esperaba.

En cuanto terminaron, cerraron las puertas de la cajuela para dar pasó y seguir camino a la dirección de la subasta.

Durante el recorrido, la chica iba siendo custodiada por dos de sus asistentes: Tiana y Kiara. La tercera asistente (Aika) iba al frente con el Señor cumpliendo la tarea de una exelente *copilota (poner ambiente musical en el carro, encargarse del GPS o ruta de ida y vuelta durante el transcurso del viaje, llevar el orden, avispar lo que el conductor no pueda ver, etc).

(*Nota: sientanse libres de usar el término que quieran (copiloto o copilota)....sigamos con la historia :v ).

Han trascurrido quince minutos de viaje y las dos asistentes que se encuentran custodiando a la chica se han percatado de que que está por acabarse la botella de 5 litros.

Tiana: -¡Pero miren quien ya se ha finalizado su primera botella! 😎😈😈

Tiana: -¡Uff! Y las que te faltan 😈😈. Pero no te preocupes, la mayoría de ellas te las harán beber en otro momento 😈😈. Mientras tanto, me aseguraré de que bebas otra en este momento cerdita.

Shinder: 😣😖😖. (¡Debo....resistir!, ¡debo.... resistir!)

Tiana: -Kiara, ayúdame a bajar un paquete con mucho cuidado por favor. Hay que abrir uno para cambiarle la botella.