36.

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Harry se sentó en el banco sin respaldo, cuidando que sus alas plegadas no golpearan nada al tiempo que masajeaba el prominente bulto que parecia estar más y más grande cada día. No sabia como se media el tiempo en el Olimpo, ya que parecia ni siquiera existir el mismo por lo que no tenia ni idea de cuantos meses estaba ya. Le parecia que habia sido hacia solo unos días cuando habian tomado todo de sus casa para mudarse al Olimpo. Sabia que habian pasado meses desde eso ya que su abdomen estaba bastante hinchado. A pesar de ello, el vacío en su pecho se sentia igual de fresco.

Sacudiendo la cabeza para despejarse, apartó algunos rizos rebeldes de su rostro e intento concentrarse en los papeles sobre la mesa frente a él. Su trabajo como ángel sanador tenia más papeleo del que habia pensado en un principio. Por lo general, debia estudiar a sus encargos para encontrar a su otra mitad, comprendia su dolor y sus vidas antes de poder tomar una decisión. Zayn habia comentado que era un trabajo demasiado agotador pero no lo era para él, Harry sabia exactamente quien debia ir con quien sin esforzarse demasiado, era natural para él.

Pero ese dia en particular, Harry estaba todo menos concentrado. A él no le gustaba vivir en el Olimpo, el lugar no estaba mal, era un paraiso, pero ese no era su lugar. Harry no se sentia en casa allí, esa era una de las razones por las que pasaba tanto tiempo en la tierra con sus encargos. Extrañaba su verdadera casa. Pero sus parejas amaban ese lugar por lo que él habia estado fingiendo que estaba bien, conformandose con los viajes para completar sus tareas pero últimamente, gracias a su avanzado embarazo, Afrodita le habia quitado varias asignaciones, dejandolo haciendo nada en su casa. Estaba malditamente aburrido y eso siempre terminaba con él pensando demasiado, extrañando su hogar.

—Buenos días, Winter —susurró cuando sintió una pequeña patada, advirtiendole que su niño habia despertado.

Harry habia pensado en ese nombre antes de que Liam les mostrara a su hijo. Queria que se llamara de ese modo porque ellos se habian conocido en pleno invierno, con la nieve cubriendo las calles y el frio golpeando Londres con fuerza. Harry habia comenzado a amar el invierno desde ese momento y adoraba a su niño, así que le parecio natural llamarlo de ese modo. No importaba si Louis habia dicho que era un nombre tonto y que debia ser llamado "Louis Segundo" en su lugar, no habia modo de que le pusieran de ese modo.

La segunda y tercer patada fueron más fuertes, tanto que tuvieron a Harry aferrandose a la mesa mientras esperaba que el pequeño revoltoso se quedara quieto nuevamente—. Vamos, amor, quedate quieto. A papi le duele cuando juegas futbol con sus organos, Winter.

—¿Otra vez hablando solo, lucesita? —los brazos de Zayn lo rodearon por atrás y Harry sonrió.

—Estoy hablando con tu hijo, quien se niega a quedarse quieto.

—Creo que podemos solucionar eso. —Liam entró por la puerta del enorme ventanal de cristal que ocupaba toda una pared, una suave sonrisa adornaba su rostro.

Los ojos de Harry se ampliaron—. No, no lo hagan. Por favor, no...

—¡Hola, Winter, bebé! —la voz de Zayn fue divertida cuando comenzo a pasar sus manos por el abdomen distendido del rizado.

—Papá llegó, Winter. —Liam se arrodillo en el suelo cuando el moreno lo volteo, ambos colocaron las manos sobre su abdomen mientras seguian parloteando.

—Mierda. —Harry jadeo cuando sintió como si el pequeño niño fuese a abrir su abdomen y salir para devolverle las sonrisas tontas a sus dos padres. Habian descubierto hacia poco tiempo que Winter tendia a moverse muchisimo cuando Zayn y Liam le hablaban, algo divertido para ellos pero no tanto para Harry, quien sentia como si estuviesen reacomodando su interior a las patadas—. Detenganse si no quieren que comience la labor de parto ahora mismo.

Liam lo levantó en sus brazos con facilidad y dejo un beso en su abdomen antes de hacer lo mismo en sus labios. El beso fue suave, ambos habian comenzado a tratarlo con delicadeza desde que no habia podido llegar a sus pies con facilidad. ¿A quien engañaba? Harry se habia despedido de sus pies hacia varias semanas.

—Hey, yo tambien quiero amor. —Zayn hizo un puchero, logrando que se separaran con una risita antes de que Liam se inclinara para unir sus labios con los del moreno. Harry suspiró feliz, apoyando su cabeza en el hombro del más alto. Su vida era genial ahora, tenia dos hombres increibles que lo amaban y que él amaba, un hijo revoltoso en camino que esperaba con ansias... si solo estuvieran de nuevo en su casa, la verdadera—. ¿Que sucede, Harry?

El ojiverde parpadeo sorprendido, levantando la mirada para encontrar que tanto Liam como Zayn estaban mirandolo con preocupación. Mierda, se habia olvidado de cubrir sus sentimientos para que no se dieran cuenta de que esta nostalgico.

Les dedico una sonrisa floja—. Nada, estoy bien.

Los mayores compartieron una mirada antes de asentir suavemente, Harry respiró con un poco de alivio antes de sonreir picaramente. Sus dos parejas le devolvieron el gesto y antes de que se diera cuenta estaba en sus manos y rodillas sobre la cama con el miembro de Liam en su boca mientras Zayn empujaba dentro de él con suavidad. Se sentia demasiado bien, sus parejas dandole placer era lo mejor del mundo, más aun si podia escucharlos gemir o murmurar su nombre.

Al principio Harry habia estado preocupado de que su hijo pudiese sentir que estaban haciendo cosas de ese estilo por lo que Zayn le habia enseñado a bloquear al pequeño. Creaba una especie de burbuja a su alrededor para que no supiera que sus padres estaban haciendo cosas, aunque tenia la impresión de que el niño no entenderia lo que sucedia de todas maneras.

Sus pensamientos sobre su hijo se fueron a la deriva cuando sintio la mano de Zayn sobre su erección. Él estaba tan gorde que apenas llegaba allí abajo, de no ser por sus parejas tendria un grave caso de bolas azules. Apartando la boca a tiempo, escuchó a Liam gruñir su liberación antes de seguirlo, sintiendo a Zayn tambien llegar desde algun lugar a su espalda.

Estaba a punto de caer sobre su abdomen cuando manos suaves lo arrastraron al centro de la cama, momentos despues un paño humedo limpio la suciedad de él antes de que sus parejas se acurrucaran a su alrededor como pulpos. Era lindo, calido y Harry estaba comenzando a dormirse.

—¿Que es lo que te tiene mal, bebé? —la voz de Zayn fue suave en su oido, como si no quisiera romper esa burbuja de felicidad en la que esta flotando.

—Quiero ir a casa. —susurró sin darse cuenta.

Liam besó su cuello—. Estamos en casa.

—No —sollozó—. Quiero ir a la tierra, a nuestra vida allí. No conozco a nadie aquí, me siento solo cuando ustedes no estan.

—Oh, bebé, ¿por qué no nos lo dijiste antes?

—No quiero ser egoista —hizo pucheros—. A ustedes les gusta aquí.

—Tu felicidad es todo para nosotros, Harry —afirmó Liam con voz suave—. Si tu no eres feliz, debes decirnoslo y haremos todo a nuestro alcance para que vuelvas a serlo.

—¿Ustedes son felices aquí?

—Somos felices si tu y nuestro hijo lo son —el moreno dejó un pequeño beso en la punta de su nariz—. Si quieres volver a la tierra, lo haremos. Le pediré la casa a mi padre y volveremos lo antes posible.

—Pero... pero este es su hogar.

—No, esto nunca ha sido nuestro hogar —Zayn buscó la aprobación de Liam antes de seguir—. Antes, cuando viviamos aquí por nuestra cuenta, nos sentiamos vacios, no eramos felices.

—Pero apareciste tu y nos diste la oportunidad de amar y ser amados. No es el lugar, Harry, es estar con las personas que amas.

—Ustedes son mi hogar. —Harry se sorprendio de que lo dijeran al mismo tiempo pero no pudo evitar la sonrisa tonta que extendio sus labios.

—Los amo y haria cualquier cosa por ustedes —susurró—. Pero ya no quiero estar aquí.

Ambos chicos sonrieron, la sinceridad brillando en sus ojos cuando afirmaron que no estaban molestos por tener que volver a la tierra, al contrario, si eso lo hacia feliz entonces lo harian con mucho gusto.

Harry sonrió feliz, no podia pedir más de la vida. 

Carita de Angel |Harry/Liam/Zayn|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora