23.

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Harry se aferró al telefono en su mano, escuchando el sonido del tono en su oido. Le habia costado muchisimo marcar ese numero, hacia ya unos meses que no lo hacia y ahora que escuchaba como la llamada trascurria, no estaba tan seguro de haber hecho lo correcto. Mirando sobre su hombro, se aseguro de que nadie Zayn y Liam aun no lo habian descubierto y volvió a concentrarse en aparato en su oido.

—¿Hola? —la voz sonó adormilada, el tono suave y dulce aun seguia allí a pesar del sueño.

La mano de Harry temblo entorno al plastico negro del telefono y su garganta se cerró cuando intentó hablar. Tomando un respiro para darse fuerzas, susurró un timido:— Ho...hola, mamá.

—Hola, bebé. —la sonrisa calida estaba implicita en esa simple palabra logrando que los ojos de Harry se llenaran de lagrimas—. ¿Como has estado?

—Bien, supongo —se mordisqueo el labio con nerviosismo—. Mamá, tu tenias razón, si soy el hijo de Eros.

Una risa cantarina atravezó la linea—. Te lo he dicho toda la vida, ¿acaso nunca me has creido?

—¿Tu que crees?

—Que eres un cabeza de globo que no me ha llamado en meses —soltó—. Voy a darte una zurra cuando te atrape, pequeño mocoso.

—Mamá —se quejó—. ¿Puedes ser seria por dos segundos?

—Estoy siendo seria. —aseguró antes de reir suavemente—. En fin, ¿cual ha sido el milagro que ha hecho que creas en mi?

—Dos semidioses vinieron a buscarme —explicó—. Ellos dicen que debo pasar una prueba y si la paso, iré a vivir a el Olimpo.

—Wow —susurró—. ¿Crees que jueguen al Bingo en el Olimpo?

—¡Mamá!

—¿Que? Son dudas existenciales, cariño, alguien tiene que hacer las preguntas para que haya respuestas.

—Y luego me preguntas porque nunca te llamo —bufó—. ¿Tienes tiempo para escuchar mi historia o tienes algo que hacer?

—Bueno, la verdad estaba saliendo con un amigo pero... puede esperar.

—Espera, ¿que amigo? —se irguió en el sofá—. ¿Desde cuando sales con hombres?

—Desde que aprendi como funciona el sexo. —Harry se quedo en silencio por un momento antes de tomar un cojin, enterrar el rostro en él y soltar un pequeño grito. Su madre rio—. Lo siento, cariño, yo te pago el psicologo, tu no te estreses.

—Gracias, tu siempre tan atenta —ironizo antes de soltar un suspiro, acomodandose contra los cojines—. Escuchame, así podemos terminar esto rapido y puedes irte de fiesta con tu amigo.

—Bien, bien, cuentame todo.

Tomando aire, Harry paso la siguiente media hora dandole un resumen a su madre de lo que sucedia en su vida—. Si ellos no me aman, me morire, mamá.

—Oh cariño —susurró—. ¿Cuales eran tus flores favoritas? Dime así empiezo a plantarlas y me ahorro dinero cuando deba llevarte algunas a la tumba.

—¡MAMÁ!

Otra risita tonta por parte de la mujer—. Calma, solo estoy bromeando.

—¿Como puedes bromear con algo así? —chilló—. Me voy a morir.

—Tu no te vas a morir. —aseguró.

Harry se detuvo y soltó el aire de sus pulmones—. ¿Como estas tan segura?

—Porque no ha nacido la persona que no pueda amarte, cariño —dijo con voz cariñosa—. Yo me enamore de ti desde el momento en que me miraste con esos grandes ojos verdes, estoy segura de que esos chicos teminaran a tus pies en poco tiempo, solo sé tu mismo.

—¿No tienes ningun consejo de conquista para mi?

—¿Intentaste cocinarles? —musitó—. Dicen que la mejor forma de llegar a un hombre es a través de su estomago.

Harry pensó en ello un momento, tal vez podia hacer eso. Sabia algunas recetas y le gustaba cocinar, asi que eso no era un problema—. Voy a probar con eso.

—¿Quieres otro consejo?

Los ojos de Harry comenzaron a cerrarse, su mirada se dirigio a su reloj dandose cuenta de que ya era bastante tarde—. Seguro.

—Sexo.

Harry se atraganto con su propia saliva y comenzó a toser—. Ma...

—Si, si, ya sé. ¡Mamá! —imito la voz de Harry antes de reir—. Cariño, deja de ser un mojigato y acuestate con ambos, no hay mejor manera de atrapar a un hombre que mostrandole lo bueno que puedes ser en la cama.

—Adios, mamá.

—¡Usa protección! —chilló—. Ya tuvimos la charla de los condones, ¿verdad?

Oh si, la habian tenido, Harry no iba a olvidarla en mucho tiempo. Habia sido jodidamente traumatica.

—Te amo, adios.

Antes de que pudiese decir nada, cortó la llamada y cerró los ojos. Su madre era un verdadero tesoro... que alguien deberia haber devuelto al mar hace mucho. Sus palabras siguieron dando vueltas en su mente aun cuando la inconsciencia comenzaba a reclamarlo.

Brazos firmes lo rodearon, llevandolo contra un pecho caliente. Harry abrio los ojos adormecido—. ¿Zayn?

—No estoy tan flaco y enano. —se quejo Liam.

Harry, aun adormecido, soltó una risita tonta—. No esta flaco, solo es... atletico.

El castaño lo miró por un momento antes de rodar los ojos—. Sigue durmiendo, te veias más bonito cuando estabas callado.

—¿Crees que soy bonito?

La suavidad debajo de su cuerpo le dijo que habian llegado a su habitación. Liam lo miró por un momento—. Creo que eres muy bonito.

Harry sonrio, extendiendo una mano hacia él—. Tu tambien eres bonito —toco su mejilla—. Quedate así, ¿si?

—¿Así como?

—Dulce —susurró. Liam sonrio a medias y Harry le devolvió el gesto, enseñandole sus hoyuelos—. Tal vez Zayn tenia razón.

—¿En que?

Harry se acurruco, sus ojos cerrandose—. Aun puedes amar.

El sueño pudo con él pero no antes de sentir la mano suave en su espalda y los delicados labios en su mejilla. Si, tal vez no todo estaba perdido. 

Carita de Angel |Harry/Liam/Zayn|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora