27. Arruinando citas.

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Capítulo sin editar

Capítulo 27. Arruinando citas.


NARRA SARA

Sábado 11 de noviembre de 2017

La puerta de mi cuarto se abre y veo como detrás de ella aparece mi padre. Un sentimiento de alegría me invade completamente.

—¡Papá! —grito con entusiasmo saliendo de la cama para abrazarle.

Él me sonríe de oreja a oreja y me abraza con fuerza.

—Mi pequeña, ¿cómo has estado?

Yo sigo sin creerme que lo tenga delante mía. Es como un sueño.

—Sara, Sara, despierta Sara.

Y esas palabras son las que terminan haciendo que me de cuenta de que de verdad lo es. Cuando abro los ojos me encuentro con los ojos marrones de Benjamín.

—¿Estás bien? —Yo asiento un tanto aturdida—. No parabas de gritar, parecía una pesadilla.

Yo me encojo de hombros y le quito importancia.

—Era una tontería.

Benjamín, Ana y yo nos habíamos quedado en casa de Jorge para seguir con la fiesta ya que se alargó hasta bastante tarde en la madrugada.

—¿Segura? Estás temblando —remarca al tocar mi brazo.

Yo asiento y me levanto de la cama. Para ayudar a Jorge en su conquista con Ana me ofrecí a dormir yo con Benjamín para que ellos pudiesen dormir juntos.

—¿Y los demás? —cambio de tema.

—Están en la piscina.

Oír esa palabra me produce un pánico terrible. Todo lo que sea tener que ir en bañador o bikini lo hace en realidad. Exponer mi cuerpo ante el resto sigue siendo algo que odio e incluso temo hacer.

—Yo paso.

No doy muchas más explicaciones y vuelvo a acurrucarme en la cama. Como no voy a meterme en la piscina con ellos aprovecho para descansar un poco más.

Benjamín tira de la sábana y me obliga a mirarle.

—Si tu no vas, entonces yo tampoco.

Frunzo el ceño. Ni de broma quiero que se pierda la diversión por mis complejos.

—Tienes que ir, te estarán esperando.

—Tranquila, pueden divertirse sin mi.

Benjamín hace el amago de querer acostarse justo a mi lado, así que yo le dejo un hueco. De esta manera ambos terminamos mirando al techo de la habitación de invitados.

—¿Por qué te enfadaste tanto con Laura? —La pregunta de Benjamín me toma por sorpresa.

Laura se había vuelto una persona no grata para ambos y por ello estos últimos días si no era por algo sumamente necesario, los cuatro evitábamos mencionarla, sobre todo, Benjamín. Por eso me sorprende que ahora sea justamente él quién saque el tema.

—Porque fue una egoísta.

Él desvía su mirada hacia mi y me observa como si no me creyese.

—Ahora la verdad.

Suspiro. ¿Debería de contar lo de Aday? Si total a estas alturas de perdidos al río.

—Me dio rabia que estuviera follando con Aday cuando me estaba empezando a gustar —confieso directamente.

Las diferencias entre Sara y LauraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora