Prólogo

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A pocos días de comenzar en su nuevo instituto, a un lado de la cuidad está Sara mirándose en el espejo, incapaz de fijarse en su cuerpo más de tres segundos y pensando en los kilos de más que tiene. Según ella, le repudia tener que mirarse así misma y pensar que nunca será igual de delgada que Laura. Por eso se siente insegura y menos que los demás.

El hecho de que cada vez que pase por los pasillos oiga los murmullos de los demás, sus risas e incluso, en ocasiones, burlas, la hace sentir mal. En cambio, cuando está con Laura, todo eso se atenúa o por lo menos, en esos momentos, Sara no le da tanta importancia porque Laura le transmite esa seguridad que ella necesita.

Si hay algo de lo que Sara está totalmente segura es de que el mundo es hipócrita, así como también lo son algunos de los seres humanos que habitan en él.

Muchas veces las personas te dicen que te quieras como eres, que eres bonita a tu manera y que si alguien no es capaz de fijarse en tu interior, en vez de en tu apariencia, entonces es que no te merece. Sin embargo, la mayoría de esas personas que te dan esos consejos, a la hora de acercarse a alguien para tener una relación amorosa, suelen dejarse llevar por el físico, porque después de todo, nos guste o no, es lo primero que se ve.

Es lo mismo que ocurre con la comida.

La mayoría de veces que nos dicen de probar una comida nueva si vemos que en el exterior no parece apetecible ya la clasificamos como basura y ni siquiera nos atrevemos a probarla. En cambio, si nos parece comestible y apetecible le damos una oportunidad. Así es como ocurre con las personas. No siempre pero sí en la mayoría de las ocasiones.

Por eso, quienes están gordos sienten que nunca nadie los va a querer por lo que reflejan en su exterior y no es que lo piensen porque tengan la autoestima por los suelos (que eso también influye), sino porque la sociedad les ha hecho pensar así.

Todo ha llegado a tal punto que cuando oímos la palabra "gorda" ya hasta lo vemos como un insulto. Sin embargo, no ocurre lo mismo cuando se dicen las palabras "delgada" o "flaca", eso nadie lo ve como una ofensa, o al menos eso es lo que piensa Sara.

Cuando Sara termina con su auto-sufrimiento de mirarse en el espejo, vuelve a la cama, pensando en si alguna vez cambiarán las cosas, en si alguna vez cuando consiga estar delgada dejaran de juzgarla. Lo que no sabe y descubrirá este año en su nuevo instituto junto con su amiga Laura, es que tengas el peso que tengas, siempre te van a juzgar.

Por ello, a partir de su nuevo comienzo, todo va a cambiar.

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N.A:

Hey hey hey!

Aquí está el prólogo :) intentaré subir el capítulo lo antes posible, ¿quién os haría más ilusión que narrará el primero, Sara o Laura?

Gracias por leer, os amodoro❤️

Las diferencias entre Sara y LauraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora