Capítulo sin editarNARRA SARA
Viernes
La cita doble del lunes por lo que Ana me está contando parece haber sido un desastre.
En primer lugar, decidí no asistí y se tuvo que quedar a solas con los dos chicos y luego para colmo, comenzó a llegar más gente conocida y el momento a solas que tenía planeado tener con Benjamín se fue al garete.
—Y lo peor de todo es que con la tontería mientras coqueteaba con Benjamín se me cayó el refresco encima, fue horrible amiga —Ana suspira mientras ambas caminamos hacia nuestras taquillas para guardar nuestras cosas y después dirigirnos al comedor.
—Vaya, por lo menos fue una cita refrescante —bromeo ganándome una mirada fulminante por parte de Ana.
—Por eso le he dicho de repetirla y por el comentario hiriente que acabas de hacer tienes que ser mi acompañante pero esta vez de verdad, no te me vayas a echar atrás como la última vez —me reprocha a pesar de ponerme una de sus mejores sonrisas.
Ana es de ese tipo de personas. Ella puede estar echándote la bronca que aún así no deja de sonreírte, lo cual puede resultar confuso si no estás acostumbrado a ello.
—Pero, ¿por qué te empeñas en hacer citas dobles?¿No es más fácil que vayas directamente sola con él a algún lado? —cuestiono quitándole dificultad a algo que para mi no la tiene.
Con lo decidida que es Ana no entiendo el porqué de su inseguridad a la hora de salir a solas con Benjamín aunque si hablamos de inseguridades digamos que yo no soy la más indicada para juzgar a los demás.
—Porque si voy sola con él pensará que es para algo más —me explica Ana dándolo por obvio.
—Pero es que realmente es para algo más.
—Lo sé, la cuestión es que él no tiene porque saberlo Sara —Ana suspira y mueve su cabeza de un lado a otro—. Recuérdame que te tengo que dar consejos sobre chicos porque me parece que vas muy atrasada con ello —añade rodeando con su brazo mi cuello para acercarme a ella.
Miro a Ana y ambas terminamos riéndonos por lo que ha dicho.
—Me duele admitirlo pero tienes razón.
—Lo sé querida, lo sé, ¿cuándo no la tengo?
Ana me despeina y yo la fulmino con la mirada. Sabe que odio que haga eso, aún así decido pasárselo por esta vez y ambas seguimos caminando hablando de cómo tiene pensada Ana que sea la "famosa" cita doble.
—Voy a buscar a Benjamín, luego nos vemos —Es lo último que dice antes de salir corriendo como si se le fuese la vida en ello.
Resoplo con tan solo pensar en lo que voy a tener que aguantar esta noche solo para ayudar a una amiga.
Dejando esos pensamientos a un lado me dirijo hacia mi taquilla para dejar un par de cosas y en el camino no puedo evitar percatarme de que Laura por primera vez en hace un par de días ha venido a clase.
Llevo sin hablar con ella un buen tiempo y la verdad es que echo de menos nuestras locuras, nuestras peleas, nuestras risas, en general, la echo de menos a ella.
Como estos días no la he visto, no he podido decirle que en realidad me gustaría que todo pudiera volver a ser como antes y que no quiero estar enfadada con ella. Diego me ha dicho que está pasando por un momento difícil y no hay nada mas que me gustaría que ayudarla.
—Laura, ¿cómo estás? —saludo, con cierta timidez, una vez que me armo de valor para acercarme a ella.
Ella ladea su mirada y se percata de que soy yo quien le habla. Por un momento, creo que va a darme la espalda y marcharse, como ha hecho anteriormente. Sin embargo, para mi grata sorpresa, no lo hace y en su lugar, se gira hacia mi y me envuelve entre sus brazos, dándome un abrazo, de esos que hace tiempo que no nos dábamos.
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Las diferencias entre Sara y Laura
Novela JuvenilA Laura le gusta salir de fiesta, Sara prefiere quedarse en casa. Laura es alta y delgada, Sara es bajita y rechoncha. Laura practica tennis, Sara prefiere comer y dormir. Laura parece tener la vida que toda chica desearía, Sara sueña con tenerla...