14. La página se ha quedado atascada

967 69 66
                                    


Capítulo sin editar

Capítulo 14. La página se ha quedado atascada

NARRA LAURA

Lunes 16 de octubre de 2017

Los cambios pueden ser buenos.

Las personas cambiamos constantemente, tanto física como emocionalmente, es algo que forma parte de nuestra vida y si no cambiáramos no habría una evolución que destacar hacia nuestra persona. Seríamos seres sin sustancia, estáticos, incapaces de crecer y nadie quiere eso, ¿no?

Desde que pasó aquello con Milo en la fiesta que yo organicé en casa de Sara he estado perdida, sin un rumbo fijo, dejando que cualquier parte de mi vida me oprima pero hoy eso va a cambiar.

Si quiero dejar atrás a esa chica inocente, mimada, pérdida y sin rumbo que fui alguna vez, debo cambiar mi persona hacia alguien más segura, más valiente, más confidente de si misma y eso es lo que haré hoy.

Termino de repasarme la raya del ojo y me ajusto el top rosa que he decidido llevar hoy para el instituto.

Al terminar bajo las escaleras con cuidado y sin tan siquiera despedirme de mis padres salgo de mi casa. Sé de sobra que si me vieran vestida con este top y estos jeans no me dejarían ir ni a la esquina de la calle a comprar el pan. Por eso hoy iré caminando al instituto.

El camino se me hace tranquilo, ni siquiera siento que me duelan los pies por caminar más de lo que suelo estar acostumbrada. Una vez que llego al instituto respiro hondo y me convenzo a mi misma de que puedo actuar como alguien con plena seguridad de si misma.

Siempre he fingido no tener complejos pero estos últimos días se me han hecho mucho más difíciles.

Paso los aparcamientos a paso firme hasta que me topo con Jorge. No le he visto desde el sábado y tampoco es que me apeteciera verle justo en este momento.

—Hola —me saluda al notar mi presencia.

—Hola —respondo seca.

Él se queda a unos pasos en frente mía, sin saber que hacer. Si quedarse charlando conmigo o seguir de largo.

—¿Nuevo estilo? —cuestiona, no sé si con el fin de iniciar una conversación.

Me resulta raro hablar con él después de que me viese llorar el sábado y se ofreciera a acompañarme a casa. Lo más sorprendente es que ambos pudimos llegar sanos y salvos a mi casa y sin estar discutiendo todo el rato. Creo que se apiadó de mi estado emocional y por eso no me soltó una de sus rutinarias tonterías.

—Más bien nueva vida —vuelvo a responder con un tono seco.

Si quiero una nueva vida tengo que cambiar algunas cosas y una de ellas puede ser la gente con la que me junto. Jorge me hace sentir insegura de mi misma, así que dejarle a él fuera de mi vida es parte de mi cambio.

—Te queda bien —dice piropeándome por primera vez.

—No he pedido tu opinión —respondo cortante.

Veo como frunce el ceño pero no me quedo a esperar su respuesta y sigo con mi camino.

Me ha costado soltarle esa mala contestación a Jorge, sé que muchas veces me ha dicho cosas feas pero eso no justifica que le haya respondido así porque el sábado él me ayudó. Aún así hice lo que debía, por muy cruel que fuese.

Las diferencias entre Sara y LauraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora