Las diferencias entre Sara y Laura

19. Empiezan los problemas amorosos y familiares.

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Capítulo 19. Empiezan los problemas amorosos y familiares

NARRA SARA

Viernes 27 de Octubre de 2017

Son las dos de la mañana y mis padres no paran de gritarse. Es cierto que últimamente tienen más peleas por culpa del trabajo de mi padre pero está ya ha sido otro nivel que nunca antes había presenciado o más bien escuchado. Gritan tan fuerte que me es imposible conciliar el sueño. Si fuese otro día no me importaría pero estamos a un día de Halloween y necesito dormir Neón estos días para poder aguantar la fiesta que me espera.

Lo último que escucho es un portazo. Ese sonido me alarma por lo que salgo de mi cuarto y bajo las escaleras en busca de respuestas.

En la puerta está mi madre llorando desconsoladamente mientras observa como un coche se marcha. ¿Mi padre ha llegado al punto de irse?

—¿A dónde va papá? —cuestiono un tanto aturdida. Nunca antes había ocurrido algo así.

—A casa de tu tío Josemi.

—¿Por qué?

—Sara no hagas preguntas tontas —comenta mi madre entre sollozos pasando por mi lado y subiendo las escaleras hacia su cuarto.

Yo me quedo inmóvil sin saber cómo reaccionar. ¿Se van a separar? Nunca antes habían dado indicios de ello. ¿Por qué ahora sí?

Finalmente voy a mi cuarto e intento conciliar el sueño hasta el día siguiente. Cosa la cual me cuesta horrores. Una vez que me doy por vencida a las ocho de la mañana pienso en quién podría estar despierto a estas horas para poder hablar.

Miro mis contactos. Esta Laura pero seguro que duerme, también está Ana... últimamente me llevo muy bien con ella pero aún no creo que tenga ese tipo de confianza hacia ella. Sigo bajando y subiendo hasta que me decido.

—¿Jaén te he despertado? —cuestiono con cierto temor esperando a una persona al otro lado de la llamada.

—Que va Salamanca, dime, ¿qué pasa para que me llames a estas horas?¿tanto me echas de menos?

No puedo evitar reírme al oír a Jorge, entre su voz de dormido y las cosas que dice es imposible no hacerlo.

—Estoy un poco triste.

—¿Y eso? —Parece alarmado.

Con Jorge siento eso que nunca había sentido por un chico: que puedo confiar en él como amigo y que nunca me va a juzgar.

—Mi padre se ha ido de casa, mi madre no quiere contarme nada y yo estoy que no entiendo que ha ocurrido y desesperada —confieso porque con él no me da vergüenza expresar lo que siento.

—¿Quieres que vaya por tu casa y vamos juntos al instituto mientras lo hablamos?

—¿Harías eso por mi? —Me quedo atónita. Creo que nunca nadie se había preocupado así, ni siquiera Laura.

—Por ti lo que sea.

Aunque él no pueda verlo yo sonrío. Después de todo cambiarme de instituto ha sido una decisión con la que he salido ganando por personas como Jorge.