Capitulo 10

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Laura entró con cuidado. Aquel suave olor a alfalfa y animal le entró rápidamente por la nariz. Escuchó los sonidos de los caballos y miró a los que estaban allí guardados. Sonrió abiertamente...hacía tanto que no se subía a uno. Comenzó a caminar. Se maldijo a si misma por haber salido con zapatos de tacón y maldijo a Calum por casi obligarla a hacerlo. Según él, una mujer tenía que estar hermosa y con zapatos hasta para ir al baño. Suspiró y siguió caminando.

Bajo sus pies la textura del suelo cambió y miró por qué. Comenzaba a caminar sobre paja. Sonrió y volvió a mirar a su alrededor. ¿Cuántas cosas había vivido ella en ese lugar? Miles. Pero principalmente... SU PRIMER BESO. Se mordió el labio inferior y siguió mirando. ¿Dónde estaría él? ¿Seguiría por aquellos campos? Se había olvidado completamente de preguntarle a Stormie sobre su hijo. ÉL HABÍA SIDO MUY IMPORTANTE PARA ELLA CUANDO ERA UNA NIÑA.

SU PRIMER AMOR. SU PRIMER DOLOR... Tropezó con algo y cayó al suelo. Gracias a dios su caída no fue brusca, ya que la paja la amortiguó. Se sentó y se quitó los molestos zapatos y entonces escuchó que alguien entraba. Se quedó quieta y con sumo cuidado comenzó a arrastrarse hacia un rincón. No quería encontrarse con alguien desconocido estando sola. Quizás podrían pensar que ella era un ladrón o algo por el estilo. Llegó a un buen escondite y se quedó allí.

- ¿Y ahora por donde mierda voy a empezar a buscar? -escuchó que una voz masculina decía.

Apretó los labios y se propuso salir de allí antes de que la viera. Se inclinó y comenzó a moverse como si de un perro se tratara, mirando bien a su alrededor, fijándose si alguien la descubría. Sintió una rara emoción, adrenalina. Ella no podía estar ocultándose como si fuera una extraña en sus propias tierras. Pero a decir verdad si lo era. Después de 10 años era una completa extraña para aquel lugar. Fijó la mirada al frente y divisó algo que brillaba en medio de la paja. Puso la cabeza de costado y frunció el ceño. Sin poder evitarlo comenzó a acercarse hacia aquella cosa. Su mirada estaba fija en ello, sin prestar ni la más mínima atención a nada de lo que estaba a su alrededor.

Entonces llegó al fin y lo observó bien. Era una pequeña cadena que llevaba de colgante un caballo en su estado salvaje. Frunció más el ceño. Ella conocía esa cadena, ella...ella la había comprado y se la había regalado a él. Comenzó a estirar la mano para levantarla, pero entonces una mano más grande apareció frente a sus ojos y la tomó. Al instante levantó la mirada y el aire se le quedó atrapado en los pulmones. Aquella mirada ámbar también enfrentó la suya. Él estaba agachado, en la misma posición que ella. El corazón de Laura comenzó a latir con fuerza. No estaba muy segura pero lo reconocía.

Si... era él.

SU AMOR DE PEQUEÑA.

Ross Lynch.

Allí estaba mirándola como si ella fuera una especie de fantasma. Se había puesto algo pálido y al parecer ni respiraba. Ella comenzó a incorporarse, él también lo hizo. Ambos se quedaron parados como estatuas, mirándose fijamente a los ojos.

-¿Ross? -inquirió al fin ella.

El rubio parpadeó atónito.

-Laura -murmuró él sin poder creerlo.

Wild Horses RAURA [ADAPTADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora