Capitulo 14

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Él dejó de hablar al encontrarla a ella allí parada. Laura casi sonrió. Al parecer la suerte estaba de su lado.

-Hola -lo saludó.

-Hola -dijo algo tímido -Lo siento, solo estaba buscando a mi madre.

Dio media vuelta para salir de allí. Laura caminó hacia él.

-No, espera -le pidió.

Ross se detuvo y giró para encontrarla un poco más cerca de él. Su corazón comenzó a palpitar rápido

-Tanto tiempo, ¿verdad?

-Sí, diez años -asintió -Usted está igual...

'¿Usted?' pensó Laura.

-En cambio tú has cambiado bastante.

El silencio se hizo algo insoportable entre ellos. Ross se quedó allí parado, observándola todo el tiempo. ¿Qué podían decirse? Eran unos completos extraños ahora. El agua comenzó a hacer un pequeño burbujeo, avisando que ya estaba hirviendo. Laura miró sobre su hombro.

-No he vuelto a tomar té después de que usted se fue -dijo él.

Ella volvió a mirarlo y sintió un nudo en el estómago.

- ¿Quieres uno? -fue lo único que se atrevió a decirle.

-No, muchas gracias, señorita...

- ¿Por qué me tratas de usted? No soy una anciana.

-Respeto.

-Bueno, no tienes por qué. Puedes tutearme.

-No creo que sea correcto.

-Oh, Ross -dijo ella divertida y se acercó a buscar una taza -Estamos en el siglo XXI, no creo que sea necesario que me trates de usted.

-Bien, voy a intentarlo.

-Me alegra saberlo -le sonrió.

Él respiró profundamente. Sí, iba a preguntárselo.

- ¿Por qué no volviste más? -fue al grano sin rodeos.

El aire abandonó a Laura. En aquella mirada ámbar había mucho reproche. Y si, TENÍA DERECHO A REPROCHARLE. Ella le había prometido que iba a volver y no lo hizo. Y el por qué era muy estúpido. Simplemente se había dedicado demasiado a sus estudios y a su nueva vida en la ciudad. Se llenó de extravagantes lujos y numerosos amigos. Pero aun así jamás se había sentido tan bien como en el campo y con él.

-Ross...

Él negó con la cabeza levemente, impidiéndole hablar.

-Ya no importa.

Salió de allí sin darle tiempo a nada. Laura se quedó quieta mirando como la puerta se mecía levemente de un lado hacia el otro. Él volvió a asomarse. Ella se sobresaltó.

-Mañana la espero en las caballerizas a las 7 en punto. Ni más tarde, ni más temprano.

Se fue de allí de nuevo, dejándola totalmente desconcertada.

Wild Horses RAURA [ADAPTADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora