Capitulo 41

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— ¿Hasta cuándo piensas guardártelo, Laura? —le preguntó Calum.

Ella se giró a verlo con un vaso de zumo en la mano.

—No se lo diré, Calum —le dijo ella.

— ¿Por qué no? Tienes que decírselo. Él tiene todo el derecho del mundo de saberlo.

—Por dios, Calum, fue solo un beso. Nada más... él no lo recuerda. Mejor para ambos, él tiene una novia y creo que la ama.

—Si, por eso te besó y te dijo que estabas metida en su cabeza todo el día, ¿cierto? No ama realmente a esa muchacha.

— ¿Y tú qué sabes? ¿Eres dios acaso? —preguntó irónica.

— ¿Entonces dime por qué llamaste a Mike y lo mandaste al infierno? —dijo él en defensa.

—Porque me atendió Loreen, la muy perra estaba en su departamento —rio entre divertida y decepcionada —Solo por eso...

—Y también porque sientes cosas por el bombón campestre.

— ¿Y qué quieres que haga? ¿Qué vaya corriendo hacia él, me le tire encima y le diga: "Ross, me besaste la otra noche que estabas volando de fiebre y desde entonces no puedo sacarte de mi corazón"? Eso es demasiado irreal, Calum. Demasiado novelesco. 

—Pues deberías, deberías decirle eso.

Ross se quedó quieto en su lugar, procesando todo lo que Rocky le acababa de decir. Entonces dejó las cosas del caballo a un lado y salió de allí rápidamente, dejando a su primo completamente atónito. Podría decirse que comenzó a correr hacia la casa. Ella le debía muchas explicaciones. Principalmente la del beso. ¿Por qué no le había dicho la verdad? Casi sonrió. No era un sueño constante. De verdad había pasado. La había besado. Llegó a la casa y entró.

—Laura —la llamó mientras entraba a la cocina.

No había nadie allí. Salió y entonces la encontró bajando las escaleras. Ella sonrió algo nerviosa.

—Hola —lo saludó.

—Tenemos que hablar —le dijo.

Ella se tensó.

— ¿Hablar? —inquirió.

—Sí, hablar —asintió mientras se acercaba a ella.

— ¿De qué? —quiso saber.

Su corazón había comenzado a latir precipitosamente apenas lo había visto. Y ahora que él tenía aquella mirada ansiosa aún más.

—De nuestro beso —dijo.

Ella abrió la boca pero la cerró al instante.

—Yo... no... no sé de qué estás hablando, Ross —murmuró nerviosa. 

—Sí que lo sabes —aseguró y dio un paso más, teniéndola completamente cerca, sus miradas fijas —Sabes perfectamente que te besé la otra noche.

Wild Horses RAURA [ADAPTADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora