Louis aceleró el paso, sus zapatillas hacían un ruido extraño en el pavimento mojado. La noche ya había caído y la luz de las farolas se reflejaba en el agua, dando un brillo pálido a los coloridos barcos alineados en el canal. El suelo estaba cubierto de hojas muertas y la gente se apresuraba a irse a casa, temiendo la próxima lluvia. Louis hundió las manos en los bolsillos y evitó por poco a una mujer que casi lo golpea con su paraguas.
Escuchó el bajo de la música incluso antes de entrar al club. Sonrió. Era una salida al LV Lounge con Liam y Zayn, como muchos viernes por la noche. Necesitaba más que nunca despejarse la cabeza con un buen cóctel en la mano y compartir historias sin sentido con sus amigos. Envolvió sus brazos alrededor de su cintura, temblando. El viento soplaba con fuerza y se preguntó por qué diablos no se había puesto algo más abrigado. Podía sentir el aire frío golpeando su piel a través de los puntos de su jersey. Se frotó las manos para mantener la sangre corriendo por sus venas, esperando que el portero lo dejara entrar.
La música palpitaba, llenando toda la habitación con sonidos eléctricos y melodías embriagadoras. Los focos lanzaban chorros de luz roja sobre la pista de baile, mientras pequeñas bombillas iluminaban débilmente el suelo. El olor era acre, una mezcla de sudor, alcohol y cigarrillos fríos. Entrecerró los ojos, tratando de encontrar a sus amigos en la oscuridad.
El rostro que notó primero no era el que esperaba ver. Lo vio correr hacia él, acercándose mucho más rápido de lo que Louis quería. Su cuerpo chocó contra él, haciendo que Louis retrocediera y sus brazos se envolvieran alrededor de su cuello. No pudo evitar sonreír y oler el agradable aroma de limón en su cabello.
—Joder, eres demasiado violento para un viernes por la noche—, se rio Louis.
—Lo sé. Yo también te he echado de menos.
Niall dio un paso atrás, con una gran sonrisa en su rostro. Llevaba un par de gafas redondas y tenía una barba corta que lo hacía parecer mayor de lo que era.
Una ola de culpa se apoderó de Louis. Había pasado una eternidad desde que había visto a Niall. Apenas le enviaba mensajes de texto, rara vez lo llamaba. Solo porque... Bueno, solo porque era el mejor amigo de Harry y que verlo le recordaba demasiado a un momento que le gustaría olvidar. Fue injusto, cruel y estúpido. Niall era uno de sus amigos más cercanos y, sin embargo, lo había descuidado por tonterías. Tomó su mano y le dio un ligero apretón.
—Vamos, nos están esperando—, dijo, tirando de él.
Lo llevó al reservado donde estaban sentados Zayn y Liam. Y Harry. Por supuesto. Se estaban riendo, sin haber notado su regreso. Louis se sentó en el banco de terciopelo negro, su hombro chocó con el de Zayn.
—¡Hola, Louis! —, exclamó Liam, con una amplia sonrisa—. ¿Cómo estás? Estábamos empezando a preocuparnos.
—Estoy bien, gracias—, respondió Louis, sintiéndose incómodo.
—Cariño, sabes que Louis y la puntualidad no son amigos—, susurró Zayn, tocando a Louis en el muslo.
Le dio un codazo en las costillas, indignado, pero Liam sonrió y volvió su atención a Niall, quien estaba en medio de un monólogo sobre Dios sabe qué tema. Louis agarró la pinta de Zayn y tomó un trago, ignorando su gemido de protesta.
—¿Qué es esta puta trampa? —, le susurró al oído.
Trató de ignorar la forma en que los ojos de Harry parecían atravesar su alma. Solo esperaba que la oscuridad ocultara el rubor en sus mejillas. No quería que Harry pensara que su presencia lo hacía sentir... Bueno. Algo. No lo hacía.
—Realmente no sé de qué estás hablando—, respondió Zayn, tomando su pinta con un movimiento brusco.
Louis puso los ojos en blanco y frotó sus palmas húmedas en sus vaqueros. Zayn se acercó a Liam, deslizando su brazo detrás de su espalda. Su mano naturalmente encontró la curva de su cintura. Siempre tenía una sonrisa estúpida en su rostro cuando miraba a Liam. Algo intenso brilló en sus ojos. A menudo, cuando los observaba, Louis no podía evitar sentirse un poco celoso. Nunca lo habría admitido, incluso si hubiera sido torturado. Era más el tipo de hombre que huía de las relaciones sentimentales. No quería relaciones estables, sino ligues de una noche, de sexo puro, duro, bestial. No quería perder su libertad y meterse en problemas interminables, pero al mismo tiempo, a veces, no le hubiera importado tener a alguien esperándolo en casa.
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Behind Closed Doors (I Got Myself In A Mess) • [ls ; traducción]
FanfictionMientras observaba al padrino caminar hacia su mesa, el café se atascó en la garganta de Louis y tuvo que hacer esfuerzos sobrehumanos para no derramarlo sobre el bonito vestido de Gemma. No podía ser posible, ese no podía ser su padrino. Tenía que...