Behind Closed Doors (I Got Myself In A Mess) • [ls ; traducción]

Epílogo

Dos años después

La fiesta avanzaba, era poco más de medianoche y los invitados hablaban animadamente, creando un agradable alboroto alrededor de Louis. Su brazo derecho estaba rígido mientras Harry apoyaba todo su peso contra él, con la cabeza sobre su hombro. Sus dedos entrelazados estaban escondidos debajo de la mesa. Harry bostezó ruidosamente, sin siquiera molestarse en taparse la boca.

—¿Estás bien, amor? —. Preguntó Louis, frunciendo el ceño—. Pareces un poco fuera de lugar.

—Sí, estoy bien, estoy bien. Sólo un poco cansado, eso es todo. Todas estas emociones no me han hecho bien. No puedo creer que Liam y Zayn se casaran. Es una locura.

—¿No estás feliz por ellos?

—¡Claro que lo estoy! —, exclamó Harry, enderezándose—. Todo fue absolutamente perfecto. Hiciste un gran trabajo, cariño.

Louis sonrió ampliamente. Estaba muy contento con la boda que había organizado para sus mejores amigos. La temática carnavalesca había maravillado a todos los invitados, con la gran carpa roja y blanca, las máquinas de palomitas y algodón de azúcar, y los múltiples juegos que habían montado afuera. Pero lo que más le gustó de esta boda fue ver a Liam y Zayn tan felices. Y Zayn le había dado el mejor regalo ofreciéndole un conmovedor discurso como agradecimiento. Los ojos de Louis todavía estaban rojos e hinchados. Definitivamente fue la mejor boda que Louis había organizado jamás.

—Sí, realmente puse el listón alto—, se rió entre dientes, apretando la rodilla de Harry.

—¿Qué quieres decir? —, preguntó Harry, volviéndose hacia él.

—Bueno, nos va a resultar difícil organizar una boda tan perfecta.

Era el tipo de cosas que ya habían sucedido una o dos veces en los últimos meses, mencionar una boda casi con naturalidad, como si no fuera nada. Y se sintió aún más natural cuando Harry sonrió, descarado.

—¿Qué? —, dijo Louis, casi sospechoso.

—Nada. Es sólo que... ¿Te gustaría verme vestido de novio?

—¿Es una pregunta real? —. Louis se rió entre dientes, pero lo consideró por un segundo.

—Por supuesto que lo es. Imagínate, usaría un hermoso vestido tipo corpiño, con muchas lentejuelas, porque te encantan las cosas brillantes. Sería muy ajustado para realzar mi figura, con una cola larga hecha de encaje. Me encanta usar una corona de flores. ¿Crees que sería bonita?

Había malicia en su voz y Louis se rió más, sonrojándose. La idea de su novio con esa ropa fue suficiente para hacer que su corazón latiera más rápido.

—Sí, lo hago. Pero te has olvidado de la liga—, dijo Louis, pasando su mano por el cabello de Harry.

—¡Oh, sí, la liga! Estaría hecha de encaje blanco, con bragas a juego, por supuesto.

—No me hagas esto, cariño. Aquí no.

Harry se rió y se apoyó en él.

—¿Querrías arrancarlo con los dientes? —. Bromeó, sus labios rozando su oreja.

Podría haber sido una broma, pero la forma en que Harry lo había dicho, su lengua chasqueando contra sus dientes, hizo que Louis se estremeciera. Harry sonrió y alcanzó los labios de Louis, besándolo suavemente.

—Te amo—, susurró, como si no quisiera que el mundo lo supiera.

Pronunciaba estas tres pequeñas palabras al menos una vez al día, pero el peso de la declaración parecía volverse cada vez más importante. Y fue suficiente para retorcerle la barriga a Louis. Nunca había pensado lo que podría sentir por Harry. Era fuerte, intenso y muy puro.