Cap. 12 Diosa Y Princesa

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Capítulo 12

XXXXX

Hoy estaba más nerviosa de lo normal y eso me preocupaba porque había dejado de tomar las pastillas que Angélica me daba. Empezaba a pensar que era algún efecto por dejar de consumirlas.

Trataba de relajarme porque Dora me había dicho que hoy vendría a visitarme mi padre. Desde que desperté, solo lo había visto una sola vez y solo fueron 5 minutos en los que se dedicó a decirme que solo le daba problemas. Tal vez él no estaba enterado de mi pérdida de memoria y tampoco creía que le interesará.

Parecía que era mi único familiar y eso era como si no tuviera familia.

—Cassie tu padre llegará pronto.
Aproveché los minutos que faltaban y saqué mi libro cuando Dora salió.

XXXXX

Llegar temprano al colegio no era mi costumbre, pero hoy tenía una razón.

A pesar del clima nublado me sentía alegre. No podía evitar sonreír. Decidí caminar en compañía de mi paraguas.
La mayoría de las tiendas ya estaban abiertas, había algo de tráfico por el horario. Las calles estaban llenas de gente que definitivamente iniciaba su día muy temprano.

Me detuve cuando un fuerte olor llegó a mí. "Café de chocolate" Sonreí de solo recordar.

Eran casi las ocho. Apresuré mi paso cuidando de no tirar el café que había comprado. Debía llegar temprano si quería verla, aunque fuera solo unos minutos.

Crucé la entrada a toda velocidad hasta llegar a los pasillos y en unos instantes ya me encontraba frente a la puerta del salón de Meg. Acomodé un poco mi cabello y mi uniforme.

Con algo de nervios pensé en tocar la puerta de su salón, pero decidí mirar por la ventana.

Ahí estaba ella. Noté que su cabello ya había crecido un poco. Le llegaba casi a la cintura. Se encontraba de espaldas. Parecía tener los brazos cruzados como era su costumbre.

No sabía cómo llamar su atención. Parecía que estaba hablando con alguien. ¿Era un chico? Puse atención, ya que solo me estaba concentrando en Meg. Entonces lo reconocí. Era él. Oliver. El chico que siempre que veía a Meg se perdía en ella. Lo observé por un momento. Él parecía muy feliz con ella, su sonrisa era enorme. ¿Ella estaba sonriendo? No tenía forma de saber por qué estaba de espaldas. Tampoco estaba segura de querer saber, ya que conmigo nunca sonreía. Noté que estaba muy cerca de ella y tenía su mano sobre uno de sus hombros. Eso me recordó a las pocas veces en las que había intentado acercarme un poco o simplemente tocarla y ella se alejaba. Solo me permitía estar cerca cuando me veía rota. Ella realmente era diferente conmigo.

Suspiré pesadamente. Camine sin saber a dónde ir. El timbre ya había sonado. Los chicos pasaban a mi lado. Algunos me veían y se hacían a un lado y otros solo pasaban empujándome. Ahora todo se veía tan negro. El clima ya no era agradable.

¡Cuidado!

¡Oh Dios!

// // //

No sabes cuánto lo siento.

—No importa, ya no me duele —La verdad es que aún me dolía la nariz, pero ya había dejado de sangrar. Lo único que me preocupaba era que todo mi uniforme olía a café.—Deje de sangrar.

¡Oye!

¿Sí?

Tú eres la chica a la que le tiré el celular y ahora también tu café. —Parecía sorprendido. —Por un momento pensé que no lo iba a notar, pero yo aún estaba perdida en mis pensamientos, que no le di importancia. —¿Por qué no me llamaste? Te estuve esperando.

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