Cap. 17 Gustos

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Capítulo 17.

XXXXX

Mi mundo parecía caerse a pedazos y yo solo quería seguir recostada sobre el piso, mirando a la nada. Quería que el mundo se quedara en pausa mientras yo descansaba, pero de pronto noté que un pequeño rayo de luz iluminaba la habitación.

Limpié mis lágrimas y decidí mirar con atención. Seguí la pequeña fuente de luz con la mirada. Entonces abrí los ojos sorprendida. ¡Era una ventana! ¡Había encontrado una ventana! Mi corazón se aceleró de inmediato.

No recordaba haber visto más allá de estas paredes que me puse de pie y corrí con desesperación, solo quería escapar de este horrible mundo. Justo antes de llegar a la ventana me detuve al ver unas nubes grises; era la primera vez que podía ver el cielo, por eso mi corazón latía sin control.

Me quedé inmóvil al ver el cielo gris.

Meg.

De inmediato recordé los ojos de la Diosa Egipcia.

¡Cómo deseaba que ella fuera real!

Solo quería conocer a una persona como ella.

Por eso sentía celos de Cassie.

Sentía celos de todas las personas que sí tenían una vida normal.

Estaba a unos metros de la ventana. Comencé a caminar lentamente porque tenía tantas ganas de mirar a través del cristal, pero también sentía tanto miedo porque yo no conocía el mundo que había afuera, ni siquiera sabía quién era yo. Por eso sentía mis piernas temblar con cada paso que daba.

Levanté el pie para dar el paso final y descubrir qué más había del otro lado.

— No des un paso más.

XXXXX

Desperté al sentir los rayos del sol sobre mi rostro. Amaba ver el cielo tan azul, pero ahora los días nublados me gustaban más, me recordaban a cada instante sus hermosos ojos.

Miré las fotografías de Meg que tenía pegadas sobre la pared en mi cuarto. No tenía una favorita porque todas lo eran. Ella siempre se veía perfecta con su semblante serio e inexpresivo.

Ahora entendía que esa era su personalidad.

Hora de iniciar el día.

Después de bañarme y desayunar, salí rumbo al colegio. Aunque estaba más que muerta de cansancio, tenía ganas de ir.

Meg era una motivación para ir a la escuela.

Sentía que mi mente estaba al cien, la clase de literatura era una de mis favoritas.

—Formen equipos de tres para la siguiente actividad.— Las palabras de la profesora hicieron eco en mi mente.

De inmediato me puse nerviosa al escuchar eso. Aún no tenía un grupo de amigos.

Cassie. —Mire a un lado —¿Quieres ser de nuestro equipo? —Era Kerstin y Niki. Solo asentí y dejé de preocuparme.

Casi terminamos. Ya quiero salir a comer algo. —El estómago de Niki no paraba de hacer ruido.

Solo debemos leer el ensayo para ver qué todo esté bien. — Solía leer mis trabajos dos o tres veces antes de entregarlos.

-Entonces léelo en voz alta.

¿Yo? —pregunté nerviosa. Las dos asistieron. —Bien. —Suspiré. —El Romanticismo. —Sabía el título de memoria, pero antes de comenzar a leer, miré por la ventana. Mis ojos se paralizaron al ver una hermosa chica de cabellera negra y piel pálida. ¿Meg? Sacudí la cabeza, obviamente era ella pasando frente a la ventana de mi salón.

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